domingo, 12 de mayo de 2013

Nuestros militares son verdaderos héroes


Vivir es cuestión de asumir responsabilidades, fructificar y bendecir en el rol que se tiene. Se crece en el caminar, se ve mejor desde el orar y se vive mejor desde el amar. Hacer el bien con sabiduría nos define mejor. Somos llamados a la consagración que es fe en acción. De perseverar con amor, fe, valor, visión y honor se trata la vida.

 

Nuestros militares son verdaderos héroes y confirman que el heroísmo no es ciencia ficción, fantasía, juego de niños o un imposible en el mundo.

 

El heroísmo real da nuevas dimensiones a lo que cautiva desde temprano, a lo que se lee, a lo que se ve en películas y series, y a los héroes y heroínas que se admiran; hace de la vida misma, la más apasionante aventura.

 

¡Sí! Podemos llegar a donde no hemos llegado. Podemos vestirnos del heroísmo que hace la diferencia al dar fe en donde no la hay, al saber decir no al mal, al saber decir sí a lo que suma a la vida de quienes se ama y más allá, el bálsamo a los que lloran y sufren, el perdón que no es simbólico y sí es camino de cambio y evolución, la solidaridad a quienes resisten ante las manifestaciones de la corrupción, comprensión en donde se ha perdido, apoyo al caído para levantarse, fuerza a las buenas causas, atención debida al alma en formación y al alma que merece dignidad y tanto puede aportar en los años dorados, el buen consejo que aporta a perfeccionar la jornada, potenciación a quienes necesitan redescubrir que no es demasiado tarde, en fin, el heroísmo no es ciencia ficción, fantasía, juego de niños o un imposible en el mundo. El heroísmo real se atreva a vivir, perseverar y fructificar con el más abarcador amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario