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“…hay fuerzas más grandes que el producto
económico total de un pueblo; esas fuerzas son: la pasión de la justicia y la
grandeza de las almas”. –Luis Muñoz Marín
Ante
el tema de la degradación del crédito, hay quienes buscan culpables casi como
si se buscase al culpable del pecado original.
No
sirve bien buscar culpables para eternizar el cainismo constante que divide y
nada resuelve. Tampoco sirve bien lo de “no es tiempo de buscar culpables” como
libreto que pueda tender a trivializar y evadir responsabilidades.
El que debe haber
unidad de pueblo para enfrentar la degradación del crédito, no significa que
sea imposible buscar causas y examinar las realidades y decisiones
administrativas de otros años. La clave es que la verdad potencie todo lo mejor. Como diría José Gervasio Artigas: “la verdad, ni teme ni
ofende".
Todo análisis merece
atención, así como el entendimiento para reconocer que al gobernar y
administrar, hay que hacer todo lo posible para que el país no se detenga y no
se le prive de vitales servicios.
Ante el argumento de
buscar responsabilizar a todos los ex-gobernadores, es
interesante que José Rafael Fernández, de Oriental, dijera:
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“El control de nuestro futuro hace mucho
tiempo que lo perdimos. Yo diría que desde el 1992 o 1993, cuando empezamos a
trastocar los temas de la 936 y a hacer inversiones billonarias en
infraestructura sin tener con que pagarla”
A
esos factores, sumo el tema de la deuda extra-constitucional creado en ese
tiempo. La historia nos dice que las administraciones más
elogiadas y respetadas han sido las de Luis Muñoz Marín y Roberto Sánchez
Vilella. Nos dice también que El que la administración Hernández Colón (1973-76)
consiguiera el programa de cupones y la Sección 936 en tiempos de crisis
económica mundial, es ejemplar y supera críticas.
La administración Hernández
Colón (1985-92) promueve la paz, la ruta del buen camino, iniciativas como el
Código de Ética Gubernamental, el Plan Ponce en Marcha como modelo para el
mejor desarrollo de los municipios, el concepto de Centros de Salud Familiar, el
Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, la creación de empleos y la
estabilidad de la Sección 936 como pueblo unido. Más recientemente, la
publicación “Caribbean Business” confirmó que la administración Hernández Colón
redujo el porcentaje de la deuda pública a un 57%; el porcentaje más bajo que
ha existido desde entonces hasta el presente.
Hoy somos convocados a
unir, restaurar y refundar. Veo que la gesta fundadora de Muñoz Marín confirma
que podemos levantarnos nuevamente; que la capacidad administrativa de Sánchez
Vilella confirma que podemos hacer mucho con lo que tenemos; y que la hazaña de
defender bien la Sección 936 en la administración de Hernández Colón confirma
que como pueblo unido, podemos ser eficaces en todo foro. Que impere el patriotismo
y no el cainismo; ¡Ahora es que vamos!
La
Biblia establece el orar por las autoridades. Ahora más que
nunca TODOS bendiciendo y forjando. Vivimos tiempos retadores y el país nos
necesita a todos. Son tiempos en que más se necesita la inspiración fundadora
al nivel enseñado por Luis Muñoz Marín, unir generaciones y motivar para la
nueva y gran hazaña del siglo 21. Son tiempos en que más se necesita
creatividad y pleno progreso con equidad.
Objetivamente, surgió el concepto de “Mergapuerto”
como sustituto de la desaparecida Sección 936, lo que es sabio y fue apoyado por
el entonces alcalde Rafael “Churumba” Cordero. Es de suma importancia, fomentar
la descentralización y la municipalización (lo que es democratización), y que
sea el Puerto de las Américas Rafael “Churumba” Cordero Santiago, como proyecto
que integre a todo el país y potencie su rol internacional, el punto de partida
de un nuevo modelo de desarrollo socio-económico. El país necesita que todo eso
se logre cumplir a cabalidad para bien de todos.
La degradación del
crédito no es un tema apocalíptico. El esfuerzo de la administración García
Padilla y de la Legislatura para restaurar al país, merece el apoyo de todos superando
partidismo, personalismo, candidaturas y fronteras ideológicas.
Ciertamente se
necesita en el país el concepto de “Pacto Social”, en que los líderes de todos
los partidos e ideologías se pongan de acuerdo en iniciativas para levantar al
país. A nadie le conviene la crisis y no hay fórmula de status político que
fructifique en ruinas. Que sea la perfecta oportunidad en un mundo imperfecto,
para hacer y consagrar patria. Dios ilumine a todos. Adelante.
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“Mi administración no será la responsable
de esta degradación, pero me hago responsable de sacar al país de ella”.
–Alejandro García Padilla”.
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