En donde habitemos, es parte de un
planeta, y nuestro planeta es parte del universo. Es propio recordar que para el
9 de febrero de 2013 --hace exactamente un año— un asteroide captaba la atención
del mundo. El que un asteroide no fue una amenaza, no significa que todo esté
bien o que no haya en nuestro suelo serios desafíos. Los retos y realidades de
la vida llaman a buscar todos ser parte de las soluciones, para constituir un
mejor hogar. Somos llamados a hacer y sembrar el bien. Somos llamados a dar
vida a la vida. En cada alma hay un depósito y llamado divino, y lo mejor que
define a uno es lo que uno vive sana y constrictivamente. Dios ilumine a todos.
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