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“La misión del
alma humana es darle al hombre oportunidades iguales frente a las desigualdades
de la geografía, de la naturaleza, de la historia.” –Luis Muñoz Marín
Toda persona
que trabaja y no necesita recibir los beneficios del Programa de Asistencia
Nutricional (PAN), en vez de atacar a quien participa en el Programa, debe dar
gracias a Dios por las bendiciones, y buscar canal de bendición. En la vida,
las victorias son para dar buen testimonio, y nadie está exento del dolor, la
prueba y el momento difícil, por lo que procede la humildad y la empatía;
sembrar y hacer el bien.
El Programa de
Asistencia Nutricional, al que muchos todavía le llaman “cupones” porque en su
origen fue llamado Programa de Cupones para Alimentos, es un programa de
justicia y sentido cristiano, y al mismo tiempo, es incomprendido en toda su
magnitud e impacto positivo, y lo atacan.
El Programa de
Cupones para Alimentos fue un gran logro como auxilio a las personas en tiempos
de crisis y al mismo tiempo, un incentivo al comercio que es importante en el
desarrollo económico. Hoy, el Programa sigue siendo importante para auxiliar a
quienes enfrentan escasez o una situación de emergencia.
Ante lo
escrito por el señor Juan Eugenio Hernández Mayoral, Director de la Administración
de Asuntos Federales de Puerto Rico, sobre los beneficios del PAN y el que siga
el 25% de pagos mensuales en efectivo, procede agradecerle y bendecirle.
Objetivamente,
ante el issue de que haya quienes empleen el 25% en efectivo mal, como
alimentando el alcoholismo que tanto daño hace a las familias, lo que procede
no es la eliminación, sino atención del Departamento de la Familia al
particular.
Es propio que
debe haber sumo sentido de sensibilidad y de responsabilidad, para no perder de
perspectiva lo humano y el debido proceso, y no optar por remedios que sean
peores que la enfermedad que se desea curar. Con más insensibilidad, falta de
equidad y miseria, no se progresa mucho. Procede recordar una cita de 1975 del
maestro y prócer Luis Muñoz Marín:
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“Le regalan mucho –como los cupones de alimentos--,
pero ¿cómo nos va a dar el corazón para que no le regalen cupones de alimentos
a los que tienen poco si nuestra sociedad no le regatea nada a los que tienen
mucho?” (Ver la cita en carta publicada en el libro “Luis Muñoz Marín, Memorias
1898-1940)
El que se
necesite promover más progreso y equidad en el país, no significa que sea malo
contar con programas que fomentan lo humanitario; ya que lo humanitario es
mucho más que los casos en que se abusa del beneficio, e infinitamente más que
las conciencias que en enfermizo egoísmo no logran compartir en el nivel que
edifica y agrada al Señor. Diariamente somos llamados a crecer como individuos
y sociedad. No es imposible perfeccionar programas para propiciar eso. No es
imposible lograr soluciones salomónicas y forjadoras. Dios ilumine a todos.
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“…hay fuerzas más
grandes que el producto económico total de un pueblo; esas fuerzas son: la
pasión de la justicia y la grandeza de las almas”. –Luis Muñoz Marín
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“Es menester que nuestro progreso sea de tal forma
equilibrado que permita a todos los trabajadores progresar juntos. El progreso
de unos no puede ser a costa de la miseria de otros. La miseria de todos,
tampoco puede significar progreso para alguien. Es menester que, de nuestra
obra y de nuestro quehacer, surja un sentido de equidad y justicia en el orden
social, y un convencimiento en todos los puertorriqueños de que nuestra
comunidad, nuestro bienestar, nuestro progreso, merecen su lealtad primaria por
encima de todo partidismo, sectarismo, interés particular o ideología”. –Rafael
Hernández Colón
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