El
reportaje de la revista “Shape” sobre Sharon Stone posando en bikini a sus 55
años, confirma que toda etapa tiene su encanto y que la belleza natural se
acentúa, perfecciona y redefine.
Atesorar
la vida con visión trascendente, permite fomentar el cuido y la sana autoestima
en todo lo posible; no hay que tener millones para descubrir, desarrollar y
maximizar talentos y dones. No edifica a los demás ni a la persona en sí, y no
agrada al Creador, el tratar de justificar descuidos, desorden, abandonos,
inercia y desidia.
Permite
reiterar que se puede armonizar el brillo externo con el brillo interno.
Veo que NO es imposible que haya en la mujer la
perfecta y armoniosa combinación de la belleza externa y la interna.
Porque la
Biblia es como un Gran Libro de Salud Integral y Medicina para diferentes condiciones,
temas y problemas:
·
El contenido
de Proverbios sobre “la mujer virtuosa” nos recuerda que no procede olvidar la
humildad, que al perder valores se convierte en vanidad; que no se tome para
fomentar descuido, la auto-adulación y las imposiciones que no son duraderas.
·
El contenido
de Cantares nos recuerda que lo admirable no es pecado y que el cuido y fomento
de la autoestima da nuevos niveles al amor y la consagrada pasión que redefine
la belleza; que no se olvide selectivamente y no se tergiverse.
Con justo
balance, buscando acentuar todo lo mejor, se enriquece y fructifica la vocación
y se logra más. ¡Se Puede lograr el balance perfecto de paz y armonía!
La mujer puede ser cada día más hermosa con el paso del tiempo; en la
medida que supere los estereotipos y rompa moldes arcaicos, se valore a sí
misma y se consagre, y descubra lo que supera palabras en sí misma. Eso es
confirmar que lo vivido es prólogo, que en la vida no hay retiro sino pasos de
evolución.
En verdad Dios se creció al crear a
la mujer. Hay grandeza en cada mujer que redefine y perfecciona el concepto
“belleza”. En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más
inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer
un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista
de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a
la Tierra.
Para mí, reconocer a la mujer –-que debe
inspirar en su esencia a todos los días-- es:
·
Reconocer la presencia de mi madre. ¡Cuántos necesitan
reconocer los testimonios de nueva vida para redescubrir a un Dios real, vivo y
con poder!
·
Reconocer la trayectoria y luchas de mi hermana. ¡Cuántas
mujeres necesitan crecer en la conciencias de todo lo que pueden hacer!
¡Cuántas más oraciones de petición se deben seguir dando para que la sabiduría
sea la mejor base!
·
Reconocer a la dama que tanto destaco y reconozco: El
gran alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y
presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León. ¡Cuántos deben
abrir los ojos y desarrollar una nueva y mejor conciencia ante la luz que
exalta al corazón de mujer! ¡Cuántas más oraciones de intercesión se deben
seguir dando para que Melina sea hoy y siempre gran baluarte en genuina
plenitud de vida y testimonio potenciador!
Reconocer a las mujeres, es
reconocer todo lo puro que supera las palabras, que se encarna en la mujer. Es
tener acción de gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las
mujeres y las madres que han partido de este mundo. Es dar motivos de regocijo
para dar vida a la vida. Sean siempre sabias y bendecidas todas las mujeres y
las madres. Adelante en el nombre de Jesucristo.
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