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“…hay
fuerzas más grandes que el producto económico total de un pueblo; esas fuerzas
son: la pasión de la justicia y la grandeza de las almas”. –Luis Muñoz Marín
El que debe haber
unidad de pueblo para enfrentar la degradación del crédito, no significa que
sea imposible buscar causas y examinar las realidades y decisiones
administrativas de otros años. La clave es que la verdad potencie todo lo mejor. Como diría José Gervasio Artigas: “la verdad, ni teme ni
ofende".
Todo análisis merece
atención, así como el entendimiento para reconocer que al gobernar y
administrar, hay que hacer todo lo posible para que el país no se detenga y no
se le prive de vitales servicios.
Nadie tiene el
monopolio de la verdad y todos tienen una parte de verdad. Por ejemplo, el que
en un análisis se indique que la administración Hernández Colón “vendió las
Navieras” es un error, ya que fue la administración Rosselló la que vendió las
Navieras. El que la administración Hernández Colón consiguiera el programa de
cupones y la Sección 936 en tiempos de crisis económica mundial, es ejemplar y
supera críticas.
Las administraciones
más elogiadas y respetadas han sido las de Luis Muñoz Marín y Roberto Sánchez
Vilella. Objetivamente, con las mejores intenciones la administración Ferré
comenzó la práctica de inversiones millonarias en obras sin considerar costos a
largo plazo. El cálculo electoral es una realidad que se debe perfeccionar.
No obstante lo
anterior, la administración Ferré tuvo la capacidad de no actuar en contra de los
incentivos industriales. Es decir, aún sosteniendo Luis A. Ferré la búsqueda de
la Estadidad, no tomó la ruta de buscar la ruina de la Isla como Estado Libre
Asociado para que desesperadamente se reclamara la Estadidad.
La administración
Romero no tomó esa ruta, de inmediato procedió a trastear con los incentivos
industriales y para el ’82 ya la Isla había alcanzado el nivel de desempleo más
alto de su historia. Es gracias al cambio del ’84, que la administración
Hernández Colón promueve la paz, y la estabilidad de la Sección 936 como pueblo
unido. Más recientemente, la publicación “Caribbean Business” confirmó que la
administración Hernández Colón redujo el porcentaje de la deuda pública a un
57%; el porcentaje más bajo que ha existido desde entonces hasta el presente.
La administración
Rosselló incrementa la tendencia de grandes inversiones buscando el impacto
electoral sin considerar las consecuencias futuras de costos. El término creado
de la “deuda extra-constitucional” sigue siendo foco de controversias. Hubo
serios daños al no defenderse ante el Congreso la Sección 936. Al perderse el
sentido de progreso como pueblo unido, demasiado se perdió y merece
consideración también, el tema de los efectos de la corrupción gubernamental.
Desde esas realidades, ha sido ardua la tarea para las siguientes administraciones.
La administración
Calderón heredó un complicado cuadro, en que fue loable buscar dar atención
prioritaria a los más necesitados. La administración Acevedo Vilá enfrentó 4
años de tranque con la Legislatura. La administración Fortuño contó con el mayor
apoyo electoral, pero sin buena dirección al imperar el “such is life”.
Hoy somos convocados a
unir, restaurar y refundar. Veo que la gesta fundadora de Muñoz Marín confirma
que podemos levantarnos nuevamente; que la capacidad administrativa de Sánchez
Vilella confirma que podemos hacer mucho con lo que tenemos; y que la hazaña de
defender bien la Sección 936 en la administración de Hernández Colón confirma
que como pueblo unido, podemos ser eficaces en todo foro. Que impere el
patriotismo y no el cainismo; ¡Ahora es que vamos!
La
Biblia establece el orar por las autoridades. Ahora más que
nunca TODOS bendiciendo y forjando. Vivimos tiempos retadores y el país nos
necesita a todos. Son tiempos en que más se necesita la inspiración fundadora
al nivel enseñado por Luis Muñoz Marín, unir generaciones y motivar para la
nueva y gran hazaña del siglo 21. Son tiempos en que más se necesita
creatividad y pleno progreso con equidad.
Es de suma importancia, fomentar la
descentralización y la municipalización (lo que es democratización), y que sea
el Puerto de las Américas Rafael “Churumba” Cordero Santiago, como proyecto que
integre a todo el país y potencie su rol internacional, el punto de partida de
un nuevo modelo de desarrollo socio-económico. El país necesita que todo eso se
logre cumplir a cabalidad para bien de todos.
La degradación del
crédito no es un tema apocalíptico. Que sea la perfecta oportunidad en un mundo
imperfecto, para hacer y consagrar patria. Dios ilumine a todos. Adelante.
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“Mi administración no será la responsable
de esta degradación, pero me hago responsable de sacar al país de ella”.
–Alejandro García Padilla”.
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