Siempre
recuerdo que fue el 25 de agosto de 2001 que comencé a dar unos nuevos pasos de fe;
estando presente la gran inspiración de la dama con el nombre artístico de Melina
León y su producción “Corazón de Mujer” (Es un disco que exalta la esencia de la mujer y lo
que hace a un hombre de verdad; con el mensaje
propio para todos los pueblos y almas del mundo. Dios emplea
los medios que Él desea para responder,
obrar y edificar; Melina
León es uno de esos selectos medios que emplea el Altísimo).
Tiene que ser
de Dios que coincida el
tiempo de esas reflexiones con la fecha del cumpleaños de una brillante y
joven alma cristiana: el pastor Carlos Camacho. ¡Enhorabuena!
Mucho le
agradezco al pastor Camacho por su nivel
de vocación y consagración, por la forma en que busca honrar el altar y
que
enfoquemos la mirada en el Altísimo, por sus mensajes y
potencial,
y por su solidaridad junto a la
Pastora en
el momento de la enfermedad de mi madre, siendo ella un milagro de
nueva vida. ¡Gracias! Cada
buen paso es potenciación para toda la congregación.
Viviendo
tiempos convulsos y retadores en que es más fácil sucumbir a la tentación del
cainismo que crecer en comprensión y empatía, son cada vez más necesarios los
testimonios de respeto, de acentuar lo positivo, de enfocar lo que une y de
tender puentes. Al felicitar al pastor Carlos Camacho, exhorto a todo
cristiano y creyente, a orar y bendecir a quien le hable con la vocación
consagrada desde el atar y de todo medio de comunicación, para que sea el
Espíritu manifestándose plenamente.
Me siento
afortunado y bendecido al poder congregarme en la Iglesia Nuevo Testamento de
Ponce. Lo grande de los pastores Susana y Carlos Camacho no está tanto en ellos
en sí (que tienen talentos y calidad humana que sólo del cielo pueden ser
dados), sino en la forma en que enfatizan en el Señor. Doy
gracias a Dios.
Un disco que
es gran canal de bendición es la producción “Sé Que al Fin Yo Venceré”, del
pastor Camacho, en que consagra al servicio de Jesucristo sus dones y talentos
en la sumatoria de su trayectoria. De ese disco, cada vez que
escucho la canción “Creo en Dios”, hay nuevas revelaciones y fuerzas para
seguir perseverando.
Es así que
cuando regalo el disco de Camacho, es fruto de oración y reflexión, y no se
trata de un obsequio más, es algo de fe, conciencia y corazón.
En la sonrisa
sincera y la voz de buena voluntad, los pastores Susana y Carlos Camacho hacen
la diferencia. Cada servicio a que asisto es una vivencia única y hasta
inenarrable en sus mejores proporciones. En cada servicio, ante mis ojos
es como si los Pastores fuesen cada vez más jóvenes cuando contagian con
tanta fe que se renuevan y nos renuevan, con sensibilidad,
fuerza y gozo, humildad y fidelidad. Merecen la cobertura de
oraciones y apoyo de todos en la energía constructiva de vida,
para que siempre impere lo que mejor inspire y potencie (Dios emplea
los medios que Él desea para responder,
obrar y edificar; en la
medida que mejor inspiren y potencien, serán de esos selectos medios que emplea
el Altísimo).
Hoy las voces
de reconocimiento, agradecimiento y felicitación al pastor Camacho son como
coro celestial. Al mismo tiempo, porque
todos compartimos la misma naturaleza humana con virtudes y defectos, son exhortación
a seguir la introspección y el crecimiento, ya que no es imposible superar,
rectificar y perfeccionar; esa capacidad de sincero crecimiento integral es
inherente a lo rejuvenecedor y renovador.
Somos llamados
a propiciar en tiempos complejos, que se vuelva
a creer. Se crece en el caminar, se ve mejor desde el orar y
se vive mejor desde el amar. Hacer el bien con sabiduría nos define mejor.
Somos llamados a la consagración que es fe en acción. ¿Creemos en
Dios; le creemos a Dios? A todos toca el proceso de restauración y
potenciación. Sea el cumpleaños de hoy del pastor Camacho, poderosa
señal de que crecemos y renacemos al amar y desear seguir al Señor con todo
el ser y en la vida entera. Ahora más que nunca, Adelante en
el nombre de Jesucristo.
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