jueves, 1 de agosto de 2013

Grandes son las rutas de fe y la fuerza del Corazón de Mujer.


Ha comenzado el mes de agosto de 2013. Las imágenes de fin de verano y regreso a los estudios, para unos es recuerdo nostálgico y para otros es realidad compleja.

 

Para mí, al ver los preparativos de niños y estudiantes en preparativos para regresara al salón de clase, es motivos de gracias por tanto que hicieron mis padres y por el trabajo de educadores con vocación.

                     

Sin embargo, a partir del 2001, dos grandes motivos que marcan al mes de agosto son mis nuevos pasos de fe, y la gira promocional del disco de Melina León “Corazón de Mujer” (particularmente cuando Melina visitó Ponce y Plaza Las Américas).

 

Al escribir hoy, bendigo -para que reciban nueva y vivificadora revelación- a quienes no han visto bien mi respetuosa y constante identificación con la gran alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León; Dios emplea los medios que Él desea para responder y edificar y en la medida que Melina me inspira tanto, algo del Creador hay en ella.

 

Al escribir hoy, bendigo -para que reciban nueva y vivificadora revelación- a quienes no han visto bien mis expresiones en pro de la equidad (en la línea de que es buena y agrada a Dios) y mi participación en diversas causas con visión trascendente; la fe es algo que se debe buscar vivir lo mejor posible para sentir paz en la medida que se sirve y se siembra bien, y si optase por lo contrario, invalido la sumatoria de fe.

 

Grandes son las rutas de fe y la fuerza del Corazón de Mujer. Tan importante es la fe y tan poderosa es la unción en Melina, que gracias a la perseverancia con puro corazón tenemos patria, y el concierto “Corazón de Mujer” inspirado por el éxito del disco, comenzó con una oración que sigue iluminando conciencias y caminos.

 

Ante tantos pensamientos y reflexiones que superan palabras, reitero un propósito: Sea la vida una causa de amor.

 

--Gerardo L. Berríos Martínez

 

·          “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. --Mateo 22:36-40

 

·         “Tus palabras de amor, Vivirán más allá de la vida…”. –Corazón de Mujer

 
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