No estoy en la
ruta homosexual y reconozco que la Biblia no avala la ruta homosexual, pero
reconozco también que el poder de juicio le toca al Creador y no a hombres, que
la Palabra debe ser para iluminar y no para manipular, y que la sumatoria
humana que define a las almas es compleja y requiere comprensión, empatía y
acentuar lo positivo.
Ante las fallas de
ciertos líderes religiosos que necesitan su Damasco, los buenos valores de
pueblo confirman que todo lo mejor del
ser humano nace y se manifiesta desde la conciencia de que TODOS somos hijos de
Dios. Se confirma así que Dios emplea los medios que Él desea para responder,
obrar y edificar. La perfección de la creación supera en sus posibilidades y
potencialidades a los fanatismos y pequeñeces.
Es importante orar para que quienes
estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena
abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana. Es
necesario orar por legisladores y gobernantes para que mediante toda
legislación e iniciativa de avanzada, el país recupere
todo lo bueno que supera religiones, partidos y mucho. Oremos por todos para
hacer y consagrar patria.
Algo del Creador de toda la Tierra (de un mundo sin
fronteras a la humanidad) hay en la búsqueda de la equidad y la igualdad
humana; y en cada alma hay un depósito y llamado divino; lo mejor que define a
uno es lo que uno vive sana y constrictivamente. El país nos necesita a todos;
se hace patria sin exclusión y sin discrimen reconociendo que al fomentar paz y
justicia, Dios se manifiesta en ese amor. Dios ilumine a todos.
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