viernes, 28 de agosto de 2015

Erika dio luz radiográfica.

Ante una emergencia, se supone que se superen las diferencias para lograr en esfuerzo común parea restauración efectiva y con la mejor rapidez posible. Sin embargo, en Puerto Rico eso no ocurrió.

Luego del colapso en el servicio de energía eléctricas por el impacto de la tormenta Erika, fue triste ver discusiones entre empleados por conflictos de uniones en vez de unirse ejemplarmente para restableceré el servicio humana y profesionalmente.
                   
Erika dio luz radiográfica. Se confirmó la realidad de que en Puerto Rico tenemos una infraestructura frágil y las consecuencias de fallas en planificación y desarrollo; el cainismo, lo cuestionable y las expectativas razonables de un mejor sistema, dieron fuerza al llamado a considerar seriamente la propuesta de la privatización.

Afortunadamente no hubo pérdida de vidas, pero hubo grandes pérdidas en la agricultura. Paralelamente, es bueno exhortar a dar gracias a Dios, pero en esa acción, lo peor sería dar un mensaje de manipulación e ignorar lo ocurrido en Dominica.

Procede ver que las grandes soluciones no surgirán de los estilos que no funcionan; entender que la equidad es buena y agrada a Dios; y buscar crecer como seres humanos desde la base de alma, hogar y comunidad que tanto forja




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