La belleza es tan de Dios como la
verdad y las virtudes (interesante que son términos que comienzan con el
artículo en femenino). La belleza en la mujer es inherente a sublimes llamados
y a inenarrables fuerzas de amor y vida.
Se ve muy bien Rashel Díaz con una
combinación como el uniforme de la Ponce High. Aunque Rashel no sea del año de mi
Clase Graduada, su hermosura en esa combinación me ayuda a sostener que las
damas de mi Clase Graduada de Ponce High de 1985 NO están “igualitas”, están
MEJOR. Eso trasciende en un mundo creado sin fronteras.
En verdad hay grandeza y un
inspirador toque divino en cada mujer que redefine y perfecciona el término “belleza”.
¡Claro que puede haber gran belleza externa con suprema belleza interna! Sigamos
potenciando todo lo mejor con fe y corazón.
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