miércoles, 15 de enero de 2014

En el año 2014: Que los términos “retribución” y “restitución” sean honrados, y no sean deshonrados.

La retribución es una cuestión de justicia. La restitución es una cuestión de hacer justicia. Es muy bueno lo de establecer un término inspirador para trazar la ruta de cada nuevo año.

Sin embargo, algo tan positivo se desvirtúa si se convierte en un mero cliché o en un libreto para manipular o justificar odios, fanatismo, cainismo y los peores estilos por agendas pequeñas. Es triste ver que se va repitiendo lo de hacer del 2014 un “Año de Retribución” o un “Año de Restitución” en una forma que no es la mejor; proyectando más por una estrategia particular que por una unidad en el Espíritu.

Voy más allá: el término de que el Espíritu Santo tenga una Voz, no es para tergiversarlo y que una congregación copie el lema de retribución y líneas de predicación de otra congregación, en vez de crecer en sus propios logros y llamados. En toda obra, los avances de bien son fruto de la sumatoria paso a paso, y en los más brillantes testimonios NO son por algo inmediato que desde la necesidad y la ansiedad se pueda interpretar como respuesta divina. Que NO impere estar dispuesto a lo que sea, caer en soberbia y autoritarismo sin humildad, o copiar los más cuestionables estilos por un crecimiento acelerado que a la larga, dé los peores resultados.

Sobre el 2014, es propio ver que información indica que el 14 es el número gemátrico (método que da a cada carácter hebreo un valor numérico) del rey David. David significa “el elegido de Dios”.

En el 2013, destaqué cómo el hecho de que los chinos vean al número 13 como “afortunado”, nos debe motivar a ver que no es imposible redefinir y perfeccionar. Recordemos que en la última cena, el número 13 lo representa Jesús: Maestro, Revolucionario, Resucitado, Redentor. 

Con más contundencia, he afirmado y afirmo que Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar. En consecuencia, si el año 14 es signo del “elegido” o “la elegida”, entonces cada cual puede proponerse ser canal de luz y bendición.

En el 2014: Que los términos “retribución” y “restitución” sean honrados, y no sean deshonrados. Que se supere el mercadeo de la fe. Que se busque ser bendecidos para bendecir, y no para meramente alimentar apetitos desmedidos, o peor.


2014: Año para potenciar, perfeccionar y maximizar todo lo positivo de los términos “retribución” y “restitución”, “elegido” y “elegida”; en la conciencia salomónica, humana y cristiana de que la equidad es buena y agrada al Creador, y todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la conciencia que TODOS somos hijos de Dios. Dios ilumine a todos en la vida como real causa de amor.


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