miércoles, 22 de enero de 2014

En cada alma hay un depósito y un llamado divino…

Hoy 22 de enero de 2014, se cumplen 41 años del dictamen de 1973 de la Corte Suprema de Estados Unidos que reconoció, en 1973, (por fallo dividido) el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo o aborto inducido en Estados Unidos.

Lo interesante del caso, es que la controversia sigue en busca de revocar esa decisión; y algo GRANDE del caso, es que quien originó y “ganó” en esa controversia por obtener ese derecho, “Jane Roe”, cuyo nombre real es Norma L. McCorvey, fue confrontada por el mensaje del pastor Flip Benham.
                            
Ese mensaje que la confrontó con las vidas perdidas, fue para ella el Damasco que la llevó al bautismo en aguas y a convertirse en anti-abortista. Se puede interpretar que un cambio de esa naturaleza, en que quien gana un caso tan notorio se retracta, solo lo inspira y obra el Espíritu Santo. Hoy ella está en el catolicismo y el testimonio confirma que siguen ocurriendo los Damasco.
                            
Optemos por los motivos que dan Vida a la Vida, ya que todo el que lee estas palabras, es un milagro de vida gracias a que el aborto NO fue opción. Es el amor lo que busca hacer y dar más. Es el amor consagrado lo que busca fundamentar todo en el Creador. Es el amor fundamentado en el cumplimiento de una promesa que sigue adelante, aún ante las pruebas del tiempo, la adversidad, los desánimos, las soledades y todo lo que requiere un nivel mayor de fe y lucha.

NO juzgo ni critico los casos en que un aborto ha sido inevitable. En los casos en que hay alternativas para evitar un aborto, reconociendo que la vida es más que estereotipos y apariencias, recordemos que en cada alma hay un depósito y llamado divino, y que lo mejor que define a uno es lo que uno vive sana y constrictivamente. Dios ilumine a todos.

--Gerardo L. Berríos Martínez



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