jueves, 9 de julio de 2015

Cuando no se respeta lo santo, en nada se sirve bien...

El que Evo Morales haya unido al Jesús crucificado con el símbolo de la hoz y el martillo comunista, es una suprema falta de respeto. Jesucristo educó, hizo milagros, amó, padeció, murió y resucitó por un plan salvífico, NO por un plan político.
                    
La acción de Evo Morales de dar una imagen adulterada al Papa Francisco, es radiografía que pone al descubierto lo que significa ser esclavo de una ideología y manipulador; confirma que hay que tener los ojos bien abiertos ante quienes siguen en el siglo 21 con ideas y estilos que son de lo peor del pasado. 

Evo quiso promover su ideología y lo irónico es que también se puede interpretar como el sufrimiento de Jesús ante los actos del comunismo. Recordemos que la huella del comunismo es el abuso, la negación del amor cristiano y la flagelación a los pueblos.

Mucho hay que orar por los gobernantes para que cumplan bien y rectifiquen errores. Mucho hay que orar por el liderato religioso para que dé luz y no se desvíe. Mucho hay que orar, amar y perseverar desde cada rol en lo cotidiano para que el cristianismo sea más fuerte que tentaciones y valeroso en las buenas obras que tanto definen y vivifican. Dios ilumine a todos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario