La
negativa del liderato del PIP a participar en el Grupo de Trabajo para la Recuperación
Económica de Puerto Rico, creado mediante Orden Ejecutiva por el gobernador
Alejandro García Padilla, es radiografía. Queda demostrado que no es lo mismo
aparentar tener todas las soluciones desde afuera, que asumir el deber de
proveer soluciones realistas en el foro debido.
No es
convincente el argumentar que no se desea ser cómplices de “las políticas de
castigo a los trabajadores y a los sectores más vulnerables”, para tratar de justificar
el retiro el taller para propiciar la restauración del país. Queda confirmado
que para restaurar al país se necesita liderato con patriotismo y eso no se
encuentra en el actual liderato del PIP. Ese
liderato que carece de apoyo y necesita crecer.
Las
fallas no son algo nuevo en ese liderato. Como muestra, cuando Rubén Berríos
era candidato a la Legislatura pedía el voto mixto de los electores de otros
partidos, pero si un afiliado del PIP votaba mixto por algún otro candidato se
le veía como traidor. No permiten la democracia interna del partido mediante
primarias, y pretenden dar clase. El resultado ha sido que no han hecho una
gran obra de beneficio al país.
Por
eso, respeto a los creyentes en la independencia que superan a “líderes’
caducos, hacen patria desde sus vocaciones, comprenden que una fórmula de
status no es un ideal en sí mismo sino un medio para servir al ser humano y
buscar realizar ideales de integral progreso y justicia social, y son capaces
de encontrar soluciones salomónicas.
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