jueves, 2 de julio de 2015

El gran mensaje de Sodoma y Gomorra NO es destrucción, sino otro...

Es triste que cuando surgen temas que requieren el mayor raciocinio y entendimiento, no faltan quienes buscan imponerse al son del grito, la intolerancia, el fanatismo y el buscar demonizar y silenciar a toda persona que piense diferente.

Hay que dar mejor perspectiva a los nombres de Sodoma y Gomorra, ya que los mismos han sido demasiado deformados por quienes más necesitan su Damasco. Se usan demasiado los nombres de Sodoma y Gomorra para condenar y excluir y lo más importante es que lo mayor del relato bíblico NO se enfoca en la dirección cainista y de pretender asumir el rol de juicio que solo le toca a Dios. En Génesis 18:26 dice:
·         “Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos”.

La gran lección de la que no se habla, es que el rol de juicio solo le toca al Creador y que almas buenas pueden hacer la diferencia y ser clave de salvación para muchos. El gran mensaje de Sodoma y Gomorra NO es destrucción, sino otro: El gran mensaje es que cada persona firme en lo bueno y salomónico, puede ser clave de bendición y progreso.

Según lo bíblico, la destrucción de Sodoma y Gomorra se debió al pecado que “era muy grave e irreversible”. Eso es indicativo de faltas mayores. ¿En qué medida en el mundo de hoy, son ciertos líderes religiosos los que caen en pecados de ese nivel muy grave por la vía de maltratar, manipular, defraudar, corromper, no honrar la mayor consagración y dejarse consumir por egoísmos y apetitos desmedidos?

Cuando surge el estilo más agresivo desde lo religioso y más expresiones cristianas y humanitarias desde lo que no es religioso, se confirma que vivimos tiempos atípicos. Cuando al día de hoy se da exclusión, duda y suspicacia hacia quien se expresa a favor de la equidad y de que todos somos hijos de Dios, se confirma que hay mucho que educar y revelar. Se confirma que Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar. Muchos Damascos se necesitan.

Eso de vivir tiempos atípicos, se puede tomar en lo positivo para buscar mejores formas de ver y hacer las cosas. Se confirma que se ha fallado cuando no se ha dicho la verdad a las congregaciones y al país. Siento empatía hacia los maltratados por no decir “Amén” a ciertos estilos y mensajes, hacia quienes no han tenido otra opción que dejar roles ministeriales, o incluso no congregarse o asistir solo el domingo. Afortunadamente no todo el liderato religioso falla y merecen apoyo quienes son dignos.
           
Porque vivimos tiempos atípicos, se puede encontrar lo positivo al ver lo esperanzador en que cada persona busque su genuino y verdadero desarrollo espiritual (superando moldes y manipulaciones). Toda alma que opta por hacer y sembrar el bien, pasa ser instrumento del Altísimo y canal de bendición. El gran mensaje de Sodoma y Gomorra es que cada persona firme en lo bueno y salomónico, puede ser clave de bendición y progreso. Sigamos creciendo, perseverando y fructificando en el buen camino. Adelante en la vida como sabia, heroica y victoriosa causa de amor.

·         “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” –1 Juan:4:7-8

                                         

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