En 1967, el Tribunal Supremo de
Estados Unidos adjudicó el caso de Afroyim v. Rusk sobre la ciudadanía
americana, lo que puso fin a la teoría engañosa de que se podía perder la
ciudadanía bajo el ELA. En 1953, en el
caso Mora v. Mejías, la Corte de Circuito establece: “Puerto Rico has thus not
become a State in the federal Union like the 48 States, but it would seem to
have become a State within a common and accepted meaning of the word … It is a
political entity created by the act and with the consent of the people of
Puerto Rico and joined in union with the United States of America under the
terms of the compact”.
Es decir: Se reconoce la validez
del ELA. Los casos electorales, como los pavazos y los
pivazos, son gran ejemplo en que se valida la autoridad del ELA para establecer
el gran principio de la voluntad del elector. No olvidemos que la Constitución
del ELA reconoce la soberanía del pueblo y su suprema expresión en las urnas.
El caso de Puerto Rico no
es colonial, es que por la naturaleza de su convenio, tiene la protección de
dos Constituciones: la Constitución americana y la Constitución del Estado
Libre Asociado. Ante ese principio de “doble protección constitucional”, las
controversias se enfocan en lo jurídico y no en lo político.
El concepto de la
protección de dos constituciones no es exclusivo de Puerto Rico. En pactos
delibre asociación puede haber la protección de dos constituciones y en Estados
Unidos. Existe la constitución federal y la constitución de cada estado. Por
ejemplo, Alabama tiene su constitución con el siguiente Preámbulo:
·
“We the people of the
State of Alabama, in order to establish justice, insure domestic tranquility,
and secure the blessings of liberty to ourselves and our posterity, invoking
the favor and guidance of Almighty God, do ordain and establish the following
Constitution and form of government for the State of Alabama”.
Sin embargo, han seguido
pasos evolutivos y controversias. Sobre la deuda de Puerto Rico, la
controversia judicial toca el punto de dos Constituciones y más: El argumento
de que un trato preferente a la Isla puede originar que otros en difícil
situación económica busquen lo mismo. No obstante, tiene mucho sentido que no
es una opción superior el amarrarle a Puerto Rico las manos ante una crisis que
hay que resolver.
Por un lado, reconozco
que opiniones de funcionarios de turno no son más que la base histórica que
valida al ELA. Por otro lado, reconozco que hay que hacer frente a las
realidades del siglo 21, incluso si las mismas plantean rutas de cambios. Ante
el concepto de cambio, considero que lo mejor es potenciar al ELA como fue
concebido en 1952, como fórmula innovadora que le mereció el aval de Naciones
Unidas en 1953.
Procede reconocer que hay
países con la llamada “soberanía plena” que son parte de la controversia sobre
la deuda externa, y hay estados de la Unión que llegan a la quiebra. El tema de
la deuda es puramente administrativo y no de ideologías sobre status político;
“poderes” sin capacidad administrativa es como no tenerlos; se necesita
integral potenciación. Presentar lo de cambio de status como varita mágica que
resuelve todo, es un engaño. En pocas palabras: Sin capacidad administrativa,
no se logra el efecto deseado con los poderes adicionales.
Al considerar el tema del
ELA y el concepto de la doble protección constitucional en tiempos de crisis
económica, no significa que ese modelo político no sirva. En Estados Unidos y
nuestros países vecinos, no se plantea el desmantelar la estructura
democrática-constitucional al enfrentarse retos económicos. El gran logro de
1952 en Puerto Rico tiene plena dignidad moral y política, y las áreas de
déficit democrático requieren que sea perfeccionado y no desmantelado.
El 6 de julio de 2015, el
Primer Circuito de Apelaciones de Boston determinó que Puerto Rico está
impedido de legislar su propia ley de quiebras. Suena impositivo, pero no
olvidemos el concepto de doble protección constitucional y el carácter de
convenio de dos partes. Es innegable que el ELA requiere mejoras y la
determinación judicial así lo confirma. No obstante, la lógica dicta que más
que criterios jurídicos o políticos, hubo el criterio de buscar evitar que el
caso de Puerto Rico pueda sentar un precedente que otros busquen y que al no
poder complacer a todos, se genere un caos mayor.
La crisis requiere unidad
de país y creatividad. Requiere educar en diversos foros para que se comprenda
que un Puerto Rico próspero es el mejor aliado de los Estados Unidos. Requiere
también, en el proceso de perfeccionar al ELA, recordar palabras de Rafael
“Churumba” Cordero Santiago:
·
“Creo que Estados Unidos le debe una
explicación al pueblo de Puerto Rico de lo que sucedió entre el 1950 y 1953. Si
mintieron o no mintieron cuando el Congreso, el Presidente de Estados Unidos,
el pueblo de Puerto Rico y las Naciones Unidas dijeron que Puerto Rico había
advenido a un Gobierno Autónomo mediante un Pacto Bilateral y, como
consecuencia, había dejado de ser colonia de Estados Unidos de Norteamérica. Lo
que acabo de afirmar lo expresaron Mason Sears y Henry Cabot Lodge, a nombre
del Presidente, del Congreso y del pueblo norteamericano en el 1953, cuando las
Naciones Unidas aprobó la Resolución 748. Quiero dejar establecido que yo no
estoy buscando mi verdad, sino la contestación de quien era responsable en ese
momento ante el mundo de la situación colonial de Puerto Rico, los Estados
Unidos de América. Si no existe el Pacto, que lo digan, y si existe, pues que
lo afirmen. No quiero dejar sobre el tintero que tres de los pasados
presidentes de Estados Unidos, John F. Kennedy, Gerald Ford y James Carter han
indicado en distintas ocasiones que existe un Pacto entre Puerto Rico y Estados
Unidos. Ante estos hechos es de dignidad humana y de autoestima como ser humano
exigir la verdad, sea cual sea. Como dijera don Luis Muñoz Rivera: ‘Al pueblo
se le debe la verdad, dulce o acerba, pero siempre la verdad’.”
Se pueden retomar las mejores bases
fundadoras a la altura del siglo 21. El ELA provee una Constitución
ejemplar, y como pacto democrático funciona y sirve con esencia creadora. Dios
ilumine a todos. Adelante con el ELA.
·
“Somos puertorriqueños y queremos seguir siendo
puertorriqueños y ciudadanos americanos dentro del Estado Libre Asociado con
carácter permanente, en unión digna con los Estados Unidos de América. Así
veremos siempre las dos banderas ondeando juntas a la misma altura, una al lado
de la otra, como testimonio de que ‘a los pueblos como a los hombres la democracia
los declara iguales en dignidad’.”
--Rafael Hernández Colón
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