El 17 de
julio es el natalicio de Luis Muñoz Rivera. En tiempos retadores, en el mes del
natalicio de Muñoz Rivera y de la celebración de la Constitución del Estado
Libre Asociado (ELA), recordemos que la postura histórica en pro del desarrollo
del ELA, ha sido el de su máximo desarrollo autonómico compatible con la unión
permanente con los Estados Unidos. Es un nivel de soberanía que hace patria.
Ese
proceso defendido por Luis Muñoz Marín, tiene gran vigencia en el siglo 21 y al
buscar que el pacto llamado ELA adquiera niveles de autoridad mayores a los
actuales, da origen al término de Nuevo Pacto, en que lo soberanista armoniza
con la soberanía del pueblo ya reconocida en la Constitución del ELA, y tal
crecimiento no menoscaba la unión, sino que la fortalece en la base de que un
Puerto Rico sólido y próspero es el mejor aliado de los Estados Unidos y un
baluarte de progreso en la región Caribeña. Apoyo ese
desarrollo desde la perspectiva que la deuda y los problemas económicos no se
fundamentan en el status político, sino en lo administrativo.
El informe
presentado por la economista y exdirectora del Fondo Monetario, Anne O.
Krueger, no adjudica la causa de la crisis al sistema
democrático-constitucional de Estado Libre Asociado, sino a factores de crisis
económica y fiscal. No deja de hacer mención del impacto de la pérdida de la
Sección 936 y presenta las adversidades (como altos costos y pérdida de
población) y las decisiones cuestionables (como el endeudamiento) en el sistema
económico. En parte
dice:
·
“The
restoration of confidence and growth requires ambitious measures in three
inter-locking areas: structural reform, fiscal consolidation/debt
restructuring, and institutional reform. All are important, and the exclusion
of any one reduces the chances of success of the others”.
Es cierto que hay
áreas del status político que pueden ayudar a potenciar el desarrollo
económico, como eximir a la Isla de la Ley de Cabotaje. No obstante, hay que
recordar los buenos testimonios de progreso con el ELA bien administrado y
fortalecido, que tienen vigencia. Es recomendable buscar como proyecto de país
la restauración de los instrumentos que demostraron gran efectividad, a la
altura del siglo 21 y más allá.
Procede reconocer
que hay países con la llamada “soberanía plena” que son parte de la
controversia sobre la deuda externa, y hay estados de la Unión que llegan a la
quiebra. El tema de la deuda es puramente administrativo y no de ideologías
sobre status político; “poderes” sin capacidad administrativa es como no
tenerlos; se necesita integral potenciación. Presentar lo de cambio de status
como varita mágica que resuelve todo, es un engaño. En pocas palabras: Sin
capacidad administrativa, no se logra el efecto deseado con los poderes
adicionales.
Al considerar el
tema del ELA en tiempos de crisis económica, no significa que ese modelo
político no sirva. En Estados Unidos y nuestros países vecinos, no se plantea
el desmantelar la estructura democrática-constitucional al enfrentarse retos
económicos. El gran logro de 1952 en Puerto Rico tiene plena dignidad moral y
política, y las áreas de déficit democrático requieren que sea perfeccionado y
no desmantelado.
Voy más allá: NO hay que temer o sentir aversión hacia
las palabras “soberanía” o “soberanista” en el mejor sentido, que no es pequeño
o engañoso, sino grande en la búsqueda de maximizar todo lo positivo y
constructivo. Ese concepto ya está en el ELA y hasta estadistas han hablado en
pro de un “Estado Soberano”.
En la Constitución se reconoce la soberanía así: “Se
constituye el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Su poder político emana del
pueblo y se ejercerá con arreglo a su voluntad, dentro de los términos del
convenio acordado entre el pueblo de Puerto Rico y los Estados Unidos de
América. El gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
tendrá forma republicana y sus Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, según
se establecen por esta Constitución, estarán igualmente subordinados a la
SOBERANIA del pueblo de Puerto Rico”. Podemos coincidir
en el nivel de soberanía que supera teorías y agendas personales, por Puerto
Rico.
Hay que superar
las consideraciones ideológicas para lograr nuevas hazañas y en lo de status,
apoyo la Constituyente. En ese proceso, lo más recomendable es la base de que
el ELA creado en 1952 no es colonia, tiene plena dignidad moral y política, y
con su potenciación hará de la Isla un aliado próspero de Estados Unidos. Se
necesita un liderato efectivo y visionario, unificador y del nivel en que con Luis
Muñoz Marín se puso Manos a la Obra y con Rafael Hernández Colón se logró
mantener la Sección 936, la recuperación económica y la restauración de esta
tierra.
Vivimos tiempos
retadores y el país nos necesita a todos. Son tiempos en que más se necesita la
inspiración fundadora al nivel enseñado por Luis Muñoz Marín, unir generaciones
y motivar para hacer y consagrar patria. Son tiempos en que más se necesita
creatividad y pleno progreso con equidad, a tono con lo humano y cristiano. Dios
ilumine a todos.
·
“Vayamos hacia un Puerto Rico que labore por metas
reales, por el máximo bienestar de su gente y del país, por los valores de la
armonía y el afecto y no los de la disputa y el encono”. –Rafael Hernández
Colón
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