viernes, 28 de junio de 2013

Procede profundizar en el pensamiento de que “la victoria no es un destino, es un estilo de vida”.


Pronto termina el mes de junio de 2013 y es bueno recordar que el domingo 24 de junio de 2012, fue sabio congregarme en la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce (obra pastoreada por los pastores Susana y Carlos Camacho y ubicada en la esquina de la Calle Villa, frente a la Plaza Las Delicias y la Fuente de Los Leones de la Ciudad Señorial). Ese día, la predicación del pastor invitado Rafael Licier estuvo excelente.

 

 Presentó su libro “Vida Victoriosa” y lo compré. Habló de que la victoria no es un destino, es un estilo de vida. Es decir, no hay que llegar a un determinado lugar para sentirse victorioso. Dijo: “Con lo que usted tiene hoy, Dios puede hacer milagros”.

 

Al predicar, afirmó que es importante creer lo que Dios dice, sin importar lo difícil que pueda parecer. Estableció que hay veces en que tenemos que tomarnos riesgos de fe, y dar pasos de fe. Tomando una ilustración del tabernáculo (área de adoración rodeada por una gran cortina), dijo que la cortina con una sola puerta, nos recuerda que solo hay una puerta (el Señor), y al no dejar esa cortina ver lo que ocurre afuera, llama a enfocarnos en el Señor; dijo así que “lo que ocurre en el mundo no es más importante que lo que ocurre en el interior”.

 

Culminó destacando los nombres que se le dan a Dios (Dios mi Sanador, Dios mi Paz, Dios de los Ejércitos, Dios mi Justicia, Dios mi Proveedor, etc.) porque Dios no se dio esos nombres, fueron dados por personas en tiempos difíciles.

 

 Si alguien en este momento tiene graves problemas y lee estas palabras, que se enfoque en el Todopoderoso y en la fe de que un nuevo testimonio de vida le dará para su vida el nombre de Dios que le llena, salva, sana y liberta. Bendecidos.

 


 

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