Pronto termina
el mes de junio de 2013 y es bueno recordar que el
domingo 24 de junio de 2012, fue sabio congregarme en la Iglesia Nuevo
Testamento de Ponce (obra pastoreada por los pastores Susana y Carlos Camacho y
ubicada en la esquina de la Calle Villa, frente a la Plaza Las Delicias y la Fuente
de Los Leones de la Ciudad Señorial). Ese día, la predicación del pastor
invitado Rafael Licier estuvo excelente.
Presentó su libro
“Vida Victoriosa” y lo compré. Habló de que la victoria no es un destino, es un
estilo de vida. Es decir, no hay que llegar a un determinado lugar para
sentirse victorioso. Dijo: “Con lo que usted tiene hoy, Dios puede hacer
milagros”.
Al predicar, afirmó que es importante creer lo que Dios
dice, sin importar lo difícil que pueda parecer. Estableció que hay veces en
que tenemos que tomarnos riesgos de fe, y dar pasos de fe. Tomando una
ilustración del tabernáculo (área de adoración rodeada por una gran cortina),
dijo que la cortina con una sola puerta, nos recuerda que solo hay una puerta
(el Señor), y al no dejar esa cortina ver lo que ocurre afuera, llama a enfocarnos
en el Señor; dijo así que “lo que ocurre en el mundo no es más importante que
lo que ocurre en el interior”.
Culminó destacando los nombres que se le dan a Dios (Dios
mi Sanador, Dios mi Paz, Dios de los Ejércitos, Dios mi Justicia, Dios mi
Proveedor, etc.) porque Dios no se dio esos nombres, fueron dados por personas
en tiempos difíciles.
Si alguien en este
momento tiene graves problemas y lee estas palabras, que se enfoque en el
Todopoderoso y en la fe de que un nuevo testimonio de vida le dará para su vida
el nombre de Dios que le llena, salva, sana y liberta. Bendecidos.
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