domingo, 23 de junio de 2013

Saber beber es como saber guiar.


En días en que aumenta el consumo de alcohol, es bueno ver unos puntos:

 

·         NO es correcto invocar “principios cristianos” o “preceptos religiosos para no consumir bebidas alcohólicas y exhortar a no consumirlas, ya que Jesús convirtió el agua en vino y lo que la Biblia no avala son las borracheras, no el hecho de beber. La realidad es que quienes peor fallan y más decepcionan, son los que convierten lo de no beber en medio para sentir y superioridad y juzgar a los demás mientras pecan en otras áreas mayores, como gula y falta de honestidad.

       

·         El vino es saludable con moderación y la cerveza puede ser buen elemento en eventos de socialización (en eso, mi recomendación es patrocinar lo que el país produce). NO está bien el convertir a la bebida alcohólica en factor indispensable, ya que si cae en la necesidad de consumir bebidas alcohólicas para todo, entonces hay un vicio y por ende, un problema serio.

 

Saber beber es como saber guiar. Del mismo modo que quien no sabe conducir se convierte en un peligro y un arma mortal al volante, quien no sabe beber causa graves daños y es mejor no beber. Quien sabe beber, tiene sabia autoridad y armoniza bien; quien NO sabe beber, es nota discordante y daña en todos los sentidos.

 

Demasiados hogares han sido afectados y hasta destruidos por el alcohol, pero el problema NO está en el alcohol, sino en personas que pierden el norte y el control de sí mismas y se dejan consumir por un vicio. Quien no sabe beber, es mejor que no beba.

 

NO critico ni ataco el hecho de beber porque una copa de vino en una cena es algo bueno y una Medalla bien fría acompaña bien. Pero puedo disfrutar mucho más cuando no hay alcohol, ya que mi foco NO está en una lata o una botella, sino en la persona ante mí y en la conciencia de buscar agradar al Señor con la vida entera.

 

Siempre recuerdo que alguien dijo que “alcoholismo” no es el hecho de beber, sino beber y que le cause problemas.

 

Por todo lo anterior, que cada cual desarrolle la debida introspección. Busque brindar y lograr que los demás rían con usted en vez de que los demás se rían de usted. Busque fortalecer su salud integral en vez del absurdo de dar la vida por una lata o una botella. Busque generar positivos relatos en vez de lágrimas y dolores.

 

Si bebe, dé buen testimonio; que se entienda que beber NO es pecado y que lo que define a un buen ser humano es mucho más.; y NO se sienta bien. Si la conciencia el dicta que no debe beber, no se sienta mal, ya que el autocontrol es admirable y quien insiste en la bebida no es buena amistad ni sincera compañía.

 

Así, la valentía y la calidad humana están en tomar las decisiones y rutas correctas; lo contario hace del tiempo de vida, una pérdida de tiempo que tortura con todo lo peor. Busque hacer de la vida una causa de amor en que cada evento especial deje los mejores recuerdos y no raíces de amargura. Dios ilumine a  todos.

 


 

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