En la película “Star Wars, The Empire Strikes Back”, hay
una escena de una intensa persecución de naves, en que la nave Millennium
Falcon se oculta en la forma más original: se adhiere a uno de los inmensos
destructores imperiales. De ahí, la trama toma giros que en vez de relatar, es
mejor ver en la película.
Al ver esa escena, me pregunté: ¿Cómo serías el encuentro
del Millennium Falcon con la USS Enterprise? ¿Qué dialogarían el capitán James
T. Kirk y Han Solo?
Esa imagen trasciende naves y personajes, al tocar a los mensajes
de ambas leyendas de la ciencia ficción y a los fans de todos los tiempos: Veo
armonía de Star Wars y Star Trek y no rivalidad. Lo salomónico es lo que mejor
construye.
Se trata de grandes efectos y tecnologías impresionantes
gracias al esencial factor humano. Aun habiendo grandes desafíos en Puerto Rico
y el mundo, hay gran motivo de nueva esperanza en la capacidad de soñar y de ir convirtiendo en ciencia real,
todo lo positivo y edificante de la ciencia ficción. Así: “May the force
be with you, to boldly go…”. Dios
illumine a todos.
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