La lógica
dicta que Rihanna se ha dado cuenta que sus estilos y vestidos captan la
atención de los medios y ha sabido capitalizar eso. Es modelo diseñadora de
modas, cantante y actriz. Es atractiva y sabe tener dominio de la escena.
Rihanna
es nacida en Barbados y tuve que enfrentar diversos problemas en el hogar. Ha
tenido que ser fuerte para progresar y en su voz, transmite la energía que
combina lo requerido por la música con la
voluntad se rebela para crear nuevos paradigmas.
Al generar
comentarios el vestido que lució Rihanna en los CFDA Awards (Council of Fashion
Designers of America) para recoger su premio como Style Icon, un buen ejercicio
es tomar en cuenta los orígenes de la diversidad de comentarios.
Habrá
quien considere que otro vestido hubiese acentuado su elegancia, y habrá quien
piense que es sabio acentuar su físico. Habrá quien piense que fue inadecuado y
habrá quien en realidad tenga envidia por un cuerpo admirado. Ante debates y
comentarios, la realidad es que la belleza y el intelecto no son pecados, son
parte de la creación. Por ende, en vez de criticar, juzgar y condenar, es mejor
fomentar lo salomónico en el cuido integral de la salud, lo físico y la autoestima.
Así, veo
lo salomónico en que Rihanna desarrolle la conciencia de que lo más sensual y
deslumbrante no exhibe todo, sino que cubre con arte y deja espacio a la
imaginación con estilo ejemplar, naturalidad y encanto sublime.
Lo
concreto es que desde el puritanismo se origina lo peor, y nadie en su sano
juicio eliminaría de los museos las obras que acentúen lo físico. Reconozco que
no soy fanático de Rihanna; mi mayor admiración es hacia la gran alma con dones,
belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre
artístico de Melina León (reconozco en ella brillos de perfección).
Sin
embargo, Rihanna no es solo lo físico que pueda generar expresiones de admiración.
Ella tiene sus encantos naturales, demostró talento de actuación en la película
“Battleship”, y consagradamente puede armonizar el arte con elegancia y
positivismo. Merece el apoyo de oraciones y buen consejo para lograr sanidad
interior y maximizar todo lo hecho por Dios en ella.
La
constante es que el arte, la belleza, la sabiduría, la lógica y la ciencia son
de Dios; y Dios se creció al crear a la
mujer…
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