En octubre de
2014, un reportaje dice: “La actriz española Penélope Cruz es la ‘mujer más
sexy viva’ para Esquire”. Es un gran reconocimiento a la mujer latina.
No
es de sorprender que Penélope Cruz sea destacada como “la más
sexy”; tiene encanto natural y es fotogénica. Sabe destacarse tanto en el drama
como en lo heroico y hasta en la comedia. Penélope tiene pinceladas de hermosura,
fuerza y sensualidad, con sobresalientes dotes de actuación, intelecto,
elegancia y dominio de la escena.
Sin embargo, y con el debido respeto, sigo
admirando más y colocando en primer lugar a la gran alma con
dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin
igual, con el nombre artístico de Melina León. La constante es que en verdad Dios se creció al crear a
la mujer. Veamos algunos detalles:
Puede caer en lo
injusto, el dar un galardón así sin una perspectiva internacional y de
regiones. Aún así, se puede buscar a la más sexy y hermosa. El término de “la
más sexy” se presta a múltiples interpretaciones. ¿Qué es belleza? ¿Dónde nace
y/o se hace, y en dónde está la belleza? Objetivamente, hay belleza en lo
físico, y la hay también en lo que nace del interior que da brillo y sentido a
la belleza física. Se dice que la belleza está en los ojos de quien observa.
En su esencia,
todo lo admirable glorifica al Supremo Creador; en sus dimensiones que van más
allá, convoca a maximizar en todo lo posible sus constructivos alcances
potenciadores. ¿A quién le daría el título de “Mujer Más Sexy y Hermosa”?
Se puede
argumentar que debería haber categorías para ser justos. En este momento y este
medio, destaco la categoría integral que le corresponde a Melina León.
Ciertamente es Melina la Mujer Más Sexy y Hermosa del Mundo, por lo integral,
lo evidente y trascendente, y todo lo mayor que es aún inédito.
La “Mujer Más Sexy” enaltece al Corazón de
Mujer. Eso lo reconozco en Melina y en las damas que hacen y consagran mucho.
En esa línea, se puede reconocer lo sexy que trasciende en líderes como Carmen
Yulín y en heroínas que desde diversos roles y lo cotidiano, dan testimonio de
valor y perseverancia, lo que es propio y correcto.
La clave es que NO es imposible
que haya en la mujer la perfecta y armoniosa combinación de la gran
belleza
externa y la suprema belleza interna.
Veamos: El contenido de Proverbios sobre ‘la mujer
virtuosa’ nos recuerda que no procede
olvidar la humildad, que al perder valores se convierte en vanidad; que no se
tome para fomentar descuido, la auto-adulación y las imposiciones que no son
duraderas. El contenido de Cantares nos
recuerda que lo admirable no es pecado y que el cuido y fomento de la
autoestima da nuevos niveles al amor y la consagrada pasión que redefine la
belleza; que no se olvide selectivamente y no se tergiverse.
Gracias a Dios se
ha ido superando el estereotipo de que la belleza externa no armoniza con la
belleza interna que da luz, sirve bien y agrada a Dios. En el relato bíblico, Ester
brilló por el valor, los dones y la gran belleza física que nace del interior,
y Dios obró por medio de ella. La Palabra afirma lo justo y
salomónico. Con justo balance, buscando acentuar todo lo mejor,
se enriquece y fructifica la vocación y se logra más. ¡Se Puede
lograr el balance perfecto de amor, paz y armonía!
Sigue teniendo vigencia que la “Mujer Más
Sexy” puede enaltecer al Corazón de Mujer. Dios ilumine a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario