Para mí, la llegada de octubre es
ESPECIAL por el recuerdo de las funciones del concierto “Corazón de Mujer”. Importante
Dato Histórico:
El 6 de octubre de 2001,
, hace 11 años, fue
la primera función del primer concierto de la gran alma con dones, talentos,
llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre
artístico de Melina León, en la Sala de Festivales Antonio Paoli del Centro de
Bellas Artes Luis A. Ferré.
Debe ser constante la felicitación a todos los
que fueron parte de ese logro; el concierto titulado “Corazón de Mujer”
(inspirado en el disco titulado “Corazón de Mujer”) marcó un antes y un
después.
El 7 de octubre del 2001, fue el día
del contraataque de Estados Unidos luego de los sucesos dados el 9-11. Mi gran
recuerdo de esa fecha, es que ése fue el día de la segunda función de ese
memorable concierto de Melina.
Ante vientos de guerra y sin haberse
superado el ahogo por los ataques terroristas, como por designio divino,
pronunció Melina en el inicio del concierto, la oración que hacía falta al
Todopoderoso, en común acuerdo con tantas almas que llevaron a capacidad la
Sala de Festivales.
Es gran muestra de que Dios emplea
los medios que Él desea para responder y obrar, y Melina es uno de esos medios
especiales, selectos y ungidos. Dando hoy y siempre gracias a Dios porque pude
estar ahí, en esa segunda función, aseguro que se sobrepasaron todas las
expectativas.
Melina es estrella
creciente; digna ganadora de reconocimientos y aplausos porque la justa
capacidad valorativa ve los méritos, cree en el bien que puede tanto y por lo
que procede seguir perseverando (tal como enseñó Jesús), y alienta el brillo
mayor que nace en el interior y supera las palabras.
Melina León es
Gran Embajadora de Encanto, Voz Luminosa y Buena Voluntad.
Es Grande
porque nos recuerda que cristianismo es sentido de
vida en la realidad humana; una naturaleza revolucionaria al palpitar, al ver,
creer, pensar y hacer.
Es Grande
porque nos recuerda que el Creador habla en las formas que mejor propician
jamaquear mentes y corazones en pos de que seamos mejores seres humanos. Por
eso, Melina es solidaria con las causas justas. Melina tiene
luz…
Melina León confirma
que Dios
se creció al crear a la mujer; es Gran Embajadora; Gran Luz desde Puerto Rico al
mundo. La belleza se engrandece con fe,
perseverancia, capacidad de discernimiento y consagración integral.
Al recordar en el
inicio de octubre, afirmo la acción de gracias al Supremo Artífice:
Gracias por permitir y propiciar que comparta en este momento y en este medio
de comunicación, unas reflexiones; Gracias por la nueva oportunidad de cada día
de vida que debe ser nutrida de puro corazón (tal como el concierto destacó el
poder del corazón); Gracias por las almas que hacen la diferencia con visión y
consagración, amor, valor y honor; Gracias por las oraciones incesantes para
que brillen nuevos testimonios de paz y plenitud; Gracias por lo que aporta a
dar vida a la vida; Gracias por Melina León que es merecedora de los sinceros
deseos para ser luz. Adelante con amor, en todo lo edificante, bueno y
del agrado del Creador.
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