El concepto de “Isla del Cordero” no es inherente a sumisión, sino a las
bases cristianas (el Cordero de Dios). Eso se perfecciona con la Equidad.
Ante el tema del matrimonio homosexual, la solución es simple: Que la pareja
de hombre-mujer, pueda seguir contando con las vías de matrimonio en el foro
civil y en la congregación de su preferencia. Que la pareja homosexual pueda
contar con la vía del matrimonio en el foro civil (foro judicial); y que se
respete el derecho del liderato religioso que estime inaceptable el avalar y
bendecir tal unión.
Plantear
si se está a favor o en contra del matrimonio homosexual es una trampa. Me
recuerda a quienes le preguntaron a Jesús si era lícito pagar el tributo al
César. El fanatismo religioso buscaba colocar a Jesús en una trampa en que
perdiera de todas formas (si apoya al César se ubica en contra de su pueblo y
raíces, y viceversa).
Sin
embargo, Jesús enseña a buscar lo salomónico. En Marcos 12:15-17 dice:
·
“Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo:
¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. Ellos se la trajeron; y
les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De
César. Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios
lo que es de Dios. Y se maravillaron de él”.
Reitero
que plantear si se está a favor o en contra del matrimonio homosexual es una
trampa; Jesús enseña a buscar lo salomónico. Eso salomónico se logra en pasos
de fe con acciones constructivas y ayunos positivos y no tergiversados.
La decisión de ayunar es respetable y Jesús es claro sobre el ayuno en
Mateo 6:16-18:
·
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como
los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que
ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes,
unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino
a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público”.
Es
respetable ayunar por un fin positivo, para el bien y sin pretender torcer el
brazo de Dios o torcer y manipular conciencias y voluntades. Bendigo a los que
están ahí.
Por
ende, es triste que se dieran en la Isla unos manipulados ayunos de 40 días en
diferentes municipios, con propósitos y mensajes equivocados. Hubo quienes
asistieron con sano y buen corazón, pero el origen de la iniciativa no fue
bueno, fue para ir en contra de los avances en equidad y fomentar una errónea “humillación”
con el fin de sacar provecho del fomento de inseguridades y sentimientos de culpa.
No es tiempo de humillarse, sino de levantarse para crecer y progresar.
No
es cristiano ni de Dios adulterar el acto de ayunar con ir en contra de la
equidad. Lo que sí va en contra de los valores, es invocar extremo puritanismo
para unas cosas, y ser indiferente hacia otros pecados, como los que involucran
corrupción con dinero. La Biblia exhorta a orar por las autoridades y por
todos, NO al cainismo.
El
país NO le ha dado la espalda a Dios. Quienes le han dado la espalda a Dios son
quienes se desvían de honrar la vocación de mayor consagración por otras
agendas. Ante los problemas del país, se necesitan soluciones salomónicas que
infundan paz integral. Hay esperanza en el creciente apoyo a la equidad.
El país se va salvando día a día desde la decisión de
cada alma de aportar a la paz y la armonía.
El ser heterosexual y creer en Jesucristo, me convoca
cada día a buscar ser mejor ser humano. Todo lo mejor del ser humano nace y se
manifiesta desde la conciencia que todos somos hijos de Dios. Dios ilumine a
todos.
·
“Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.
--Mateo 22:36-40
·
“Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará
en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad,
una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario