En 1977, se
impuso una Ley Electoral sin consenso; lo que fue presagio de muchos otros
problemas. Le siguieron a eso, los años del aumento en el nivel del desempleo,
del incremento en la corrupción, de la politización y la polarización, de los
sucesos en el Cerro Maravilla, de las serias irregularidades en la elección de
1980, de la violencia en la UPR, en fin, de los issues que tanto daño hacían al
país.
En el año
electoral de 1984, el recuerdo del fundador del Partido Popular Democrático
(PPD) y forjador del Estado Libre Asociado (ELA), Luis Muñoz Marín (fallecido
en 1980), tuvo gran importancia al afirmarse los ideales de Patria-Pueblo en la
histórica Asamblea de Delegados llevada a cabo el 15 de enero en Ponce. Rafael Hernández
Colón dijo en ese evento que puso fin a la reorganización del PPD:
·
“Guiados hoy como ayer, por esos ideales, somos el
Partido de más larga historia en Puerto Rico. Ningún otro partido ha luchado
tanto ni ha hecho tanto por Puerto Rico. A la vez, somos el Partido más joven,
porque la juventud de los partidos no se mide por la fecha de su fundación,
sino por la intensidad con que las nuevas generaciones se identifican con los
ideales que dieron vida a un partido. Y nosotros los populares tenemos un
compromiso irrevocable con la democracia, la justicia social, la igualdad de
oportunidades y con hacer una prosperidad para este país que sea justa y
duradera para todos. Y hemos venido aquí a reafirmarnos en esos ideales. Como
lo hice yo ante el cuerpo presente de Don Luis Muñoz Marín. Dije en Barranquitas
aquel día de profundo dolor: ‘Maestro, lucharemos día tras día para mantener la
integridad y la dignidad de nuestro pueblo; quemaremos nuestras vidas para que
Puerto Rico alcance su gran aurora de justicia. No, los puertorriqueños no te
traicionaremos porque frente a las circunstancias más adversas, tú nos
enseñaste que tenemos dentro de nosotros mismos la fuerza para superarnos; y en
nuestros votos, los instrumentos para canalizar esa fuerza hacia más altas cumbres
de progreso y de justicia’. Y hoy aquí en Ponce, les digo a ustedes compañeros
populares: Marcharemos de aquí hacia cada barrio de esta tierra, a reemprender
la lucha por el triunfo del Partido Popular, para hacer un Puerto Rico mejor,
basado en los ideales que defendió Luis Muñoz Marín. Ideales que unifican y dan
propósito a la voluntad de este Partido. Ideales que dignifican la vida humana
y que enaltecen a los pueblos. Somos el Partido de la esperanza, siempre lo
hemos sido. El Partido de la esperanza que comparten en sus corazones todos los
puertorriqueños. Somos el Partido del cambio hacia el futuro; cambiamos la
situación en el ’40 y la cambiaremos de nuevo en el ’84. Somos el Partido que
traerá nuevos administradores, nuevos programas y nuevas leyes que cambien la
situación en que se encuentra ahora nuestro país”.
En ese año
electoral, era muy necesaria la voz orientadora para que se entendiera que no
solo era cuestión de derrotar a quienes no gobiernan bien, sino de brindar una
mejor alternativa al país. El 10 de junio de 1984, se llevaron a cabo las
primarias de los dos principales partidos políticos. En la noche de 10 de junio,
Hernández Colón brindó un mensaje que más que fomentar unidad en el Partido,
fomentó luz para el país.
En esas palabras
televisadas, Rafael presentó la dirección de la campaña y las razones por la
cuales se necesitaba un cambio. Señaló cómo con recurrir a issues pasados y
culpar a otros, se buscaba evadir la responsabilidad de 8 años de gobierno y de
cómo se agravaban los problemas. El mensaje fue claro:
·
”Estoy en esta lucha porque creo que nosotros como un
pueblo, somos capaces de tener la calidad de vida y de civilización que soñó
Luis Muñoz Marín. Creo que nosotros podemos tener un país de trabajo, de
serenidad, de decencia, de justicia, de generosidad, un Puerto Rico del cual
estemos todos satisfechos y orgullosos”.
La primaria
fortaleció la papeleta Popular y un gran ejemplo está en el brillante desempeño
del doctor Raúl Ramírez como candidato a Alcalde de Ponce (se confirmó la suma
importancia de la participación en primarias para definir candidaturas llamadas
a cumplir los principios programáticos); el avance se coronó en 1988 con la
elección de Rafael “Churumba” Cordero Santiago como Alcalde de Ponce.
El resultado
electoral de 1984 fue de victoria Popular y el cambio llevó al buen camino. La
obra de Buen Gobierno se evidencia en promover la paz y cohesión del país, la
creación de miles de empleos, mantener la Sección 936, la creación de FURA en
seguridad, la creación de Centros de Salud Familiar, la autonomía olímpica, en
fin, eran logros de todo un pueblo que siguen inspirando y educando.
En el 2015,
nuevamente es esencial fomentar la unidad y cohesión del país. Es cierto que
hace 31 años, eran impensables ciertas noticias y problemas que hoy afectan a
la Isla. Sin embargo, la fe y la historia confirman que hay que seguir siempre
adelante. El mensaje de esperanza de
Rafael tiene vigencia. El mensaje de Muñoz tiene vigencia en el propósito de la
obra de prosperidad, justicia y dignidad humana.
Los problemas del
presente no son con el modelo político como ELA, sino con el modelo económico
que requiere perfeccionarse y ser proyecto de país que supere el partidismo y
límites de cuatrienio. Las grandes hazañas históricas hablan y confirman que en
el siglo 21 podemos hacerlo de nuevo. Hoy nuevamente se necesita liderato del
nivel fundador y el nuevo paradigma está en la mujer que abre caminos e inspira
corazones y voluntades.
La nueva
esperanza está en la fe bien fundada, la obra en San Juan que con el liderato
de la alcaldesa Carmen Yulín es faro para la Isla, la legislación que maximiza
derechos humanos, y el patriotismo que busca hacer frente a realidades con todo
lo mejor. Al cumplirse 31 años del mensaje de
Rafael Hernández Colón que sigue iluminando conciencias y caminos, TODOS
adelante con el Señor en la barca.
Porque el país nos necesita a todos, consagremos las nuevas causas y
esfuerzos. Dios ilumine a todos.
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