jueves, 4 de junio de 2015

El encanto de Melina León forjado por el Creador, supera palabras e ilumina mucho.

Hubo un tiempo en que los grandes medios de expresión eran los programas radiales de participación ciudadana mediante llamadas, y las secciones de cartas de los periódicos. Hoy las redes sociales son el mayor y creciente medio para expresión y comunicación. Cada espacio tiene gran potencial de trascendencia y edificación.

La foto de la portada de la Edición de Colección del 2013 de la revista “TV y Novelas, Puerto Rico” que se engalanó con la presencia de la gran alma con dones, llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León, sigue con el mensaje luminoso y trascendente con vigencia. Sin ánimo de menospreciar a las otras personas que aparecen en esa portada, con el debido respeto quedé sin palabras ante la sublime hermosura de Melina que solo puede hacer el Creador. Dios se creció al crear a la mujer. ¡Claro que puede haber perfección en la creación! ¡Claro que puede haber gran belleza externa con suprema belleza interna!

La belleza, la elegancia y la sensualidad son tan de Dios como la verdad, la dignidad y las virtudes. La Biblia en Cantares exalta la hermosura, y en Proverbios enseña a buscar balance y fomentar la mayor y más completa Belleza que viene de adentro. Es en ese nivel que se ve que lo que engrandece nace del amor, la fe, los talentos, la perseverancia, la espontaneidad, la capacidad para ser atenta hacia el prójimo, la firmeza en lo que se ve como justo, el carácter y la sensibilidad para armonizar tanto que palpita en ella.

En otras palabras, en el mundo son casi incontables las damas con atractivo físico que modelan bien. En el caso de Melina León, es infinitamente más. El encanto de Melina León forjado por el Creador, supera palabras y dice mucho.

Ciertamente la mujer tiene suma importancia y Melina enaltece al Corazón de Mujer. En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra. En San Lucas 8:1-3:          
·         “Más tarde, Jesús andaba recorriendo pueblos y aldeas, proclamando la buena noticia del reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres a quienes había liberado de espíritus malignos y de otras enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que Jesús había hecho salir siete demonios; Juana, la mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y muchas otras. Todas ellas ayudaban con sus propios recursos a Jesús y sus discípulos”.

Eso significa mucho, ya que Jesús era trabajador y no vividor (los recursos eran para servir y no para servirse). Esa cita nos confirma que para Jesús, contrario a lo que su cultura establecía de sumisión de la mujer, la mujer sí es importante. Esa cita establece agradecimiento en las Mujeres Liberadas; contando ellas con sentido de compromiso y liderato, capacidad administrativa y hasta de financiar la obra. Es de Dios que Melina comenzara su carrera cantando a las Mujeres Liberadas.

En el Antiguo Testamento también se destaca el valor y liderato de la mujer. Un gran ejemplo está en Ester. En el relato bíblico, Ester brilló por el valor, los dones y la gran belleza física que nace del interior (confirma que puede haber belleza externa con mayor belleza interna), y Dios obró por medio de ella.

Con sumo respeto y sinceridad, y sin ánimo de caer en sacrilegio, no dudo que Ester hubiese palidecido ante Melina León. Ciertamente Dios emplea los medios que Él desea para responder y edificar; Melina León es uno de esos medios selectos.

Se puede ver a la Biblia como una sumatoria, del mismo modo que se puede ver a cada persona como una sumatoria. En la sumatoria de mi vida, que este texto supere todo mi ser y sea del agrado del Señor que revela, potencia, y obra. Dios ilumine a todos.

--Gerardo L. Berríos Martínez



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