En el mundo, los partidos políticos
son los instrumentos de participación del pueblo. Ante la frustración y el coraje
cuando funcionarios de turno y sistemas no dan el grado, es válida la expresión
de eliminar partidos; pero en la historia del país, lo que mejor ha funcionado
en momentos de mayor crisis, es el surgimiento de partidos bien dirigidos que
son efectivos movimientos de pueblo. El planteamiento de eliminar partidos para
corregir fallas, podrá captar la atención de medios y hasta simpatías, pero no
va a los temas de fondo, no es realista, es simplista y superficial. Puerto Rico
necesita más…
La propuesta de eliminar partidos
políticos no toca temas de fondo como la necesidad de superar el cainismo y el
personalismo; la realidad universal de cómo se une lo político con intereses
particulares; y lograr una solución final al tema del status político que ponga
freno a la manipulación de ese tema, potencie la democracia y permita enfocar
las determinaciones electorales en los programas y los méritos de los
candidatos.
·
Para optimizar a los partidos, lo que se necesita es que se fortalezcan
en sus bases fundadoras (con la ideología que supera a una fórmula de status),
se mejore su equipo de líderes con la masiva participación de las primarias, y
se logren soluciones salomónicas en las bases que unen y el entendimiento de
que la diferencia de opinión no es deslealtad y la disidencia no es traición.
·
Para lograr puntos de acuerdo que no den lugar a tranques que agraven
problemas, lo que se necesita es el concepto de “Pacto Social”, en que el
liderato de todos los partidos acuerde implantar iniciativas de progreso con
equidad y restauración básica e impulsarlas indistintamente de partidismo y
resultados electorales, con el entendimiento de que nadie gana y todos pierden en
un país en ruinas.
El valor no está en plantear ideas
que puedan sonar simpáticas. El valor está en plantear razonamientos con alta
visión y los pies en la tierra. Por ende, la propuesta de eliminar partidos
políticos no fortalece la democracia, no es del todo responsable, es simplista
y superficial. Si lo que tenemos en la Isla es una política partidista mal
llevada y una baja participación en los procesos que mejoran a los partidos, lo
que procede entonces es educar, explicar sobre cómo optimizar a los partidos y
crear conciencia sobre lo que requiere puntos de acuerdo para forjar un país de
avanzada. Dios ilumine a todos.
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