El 12 de octubre
de 1984 fue la visita del papa Juan Pablo II, el Peregrino de la Paz, a Puerto
Rico. En su mensaje ante una multitud sin precedentes, Juan Pablo II saludó al “jíbaro
bueno de esta tierra”.
Juan Pablo II se
ganó un respeto, credibilidad y admiración que superó diferencias religiosas. El
1984 fue año electoral, pero se decretó una tregua política en toda la Isla en atención a la histórica y ungida visita.
Mucho se podría
reflexionar sobre el mensaje de Juan Pablo II en la Isla del Cordero. Por lo que
expresó e inspiró Juan Pablo II, procedo a citar palabras del reverendo José R.
Lebrón Velázquez, entonces Presidente del Concilio Evangélico de Puerto Rico
(publicadas en el periódico “El Reportero” del 12 de octubre de 1984):
·
“El Concilio Evangélico de Puerto Rico a la comunidad en
general y al conglomerado Protestante en particular, a una reflexión sobre las
implicaciones sociales, teológicas y eclesiásticas de la visita del Papa Juan
Pablo II.
…Después de un periodo álgido en las
relaciones entre las dos confesiones, las congregaciones de la fe Protestante y
la Iglesia Católica, han mantenido lazos de coexistencia armoniosa. Debe
aprovecharse la visita del Papa para propender a un mayor acercamiento entre las
dos comuniones, que sirva de inspiración a la ciudadanía, que está cansada del
tribalismo que divide a nuestra sociedad.
Nos entristece la campaña de maledicencia
que se ha desarrollado en algunos sectores en torno a la figura del distinguido
visitante. Esta faena va en contra de la esencia prístina del Evangelio y de
las palabras de nuestro señor Jesucristo, que oró ‘para que todos sean uno;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros,
para que el mundo crea que me enviaste’. –Evangelio según San Juan 17:21.
No debemos antagonizar, sino amar y perdonar”.
El 29 de mayo de
1985 se llevaron a cabo los ejercicios de graduación de Ponce High. Se llevaron
a cabo en el patio de la Alma Mater. Al graduarme ahí, pronuncié la Invocación.
Seguía viva la inspiración del mensaje de Juan Pablo II (excelente “role model”)
y se alentaba ante nuevos comienzos para el país y los graduandos. El lema de
la Clase fue más que apropiado: “Juventud es sensibilidad, sabiduría,
liderazgo, metas y la búsqueda por lo eterno”. Seguimos en esa jornada…
Mucho se necesita fomentar paz, y una
comunicación entre las diversas corrientes de pensamiento que no sea para
fomentar cainismo e intolerancia, sino para fomentar fe, empatía, entendimiento,
equidad, humildad y buena perseverancia. Somos jóvenes al ser revolucionarios
positivamente, en la vida como causa de amor. Adelante…
Texto del mensaje de Juan Pablo II:
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