Se identificó al 2014
como el Año del Unicornio. El unicornio es una criatura mitológica que se
asocia con amor, pureza, bondad, unidad, libertad (no libertinaje), valentía en
lo correcto y positivos valores. En versiones de la Biblia, está en Números
23:21-23:
·
“No
ha notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en Israel: Jehová su Dios
es con él, Y júbilo de rey en él.
Dios los ha sacado de
Egipto; Tiene fuerzas como de unicornio.
Porque en Jacob no hay agüero, Ni adivinación
en Israel: Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: Lo que ha hecho Dios!”
Se informa que el mal
no puede derrotar al unicornio y que solo quien “calma los mares y serena la
tormenta”, puede montar a un unicornio. El relato de Mateo 8, 23-27 dice:
·
“Y
entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero
él dormía.
Y vinieron sus
discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
El les dijo: ¿Por qué
teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y
al mar; y se hizo grande bonanza.
Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué
hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”
Comienza hoy el quinto
mes del 2014 y al recordar lo del unicornio, es propio ver también que
información indica que el 14 es el número gemátrico (método que da a cada
carácter hebreo un valor numérico) del rey David. David significa “el elegido de Dios”. Dios
emplea los medios que Él desea para responder y obrar. En consecuencia, si el
año 14 es signo del “elegido” o “la elegida”, entonces cada cual puede
proponerse ser canal de luz y bendición, con suma humildad, amor y vocación.
¿Se puede ver a cada
madre como “elegida”?
Mayo
es el Mes de las Madres: En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer
como la más inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea
de la mujer un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del
ojo detallista de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae
luz y orden a la Tierra. Para mí, el Mes y el Día de las Madres, que debe
inspirar en su esencia a todos los días, es:
·
Reconocer
la presencia de mi madre como milagro de vida. ¡Cuántos necesitan reconocer los
testimonios del Lázaro del siglo 21 para redescubrir a un Dios real, vivo y con
poder! ¡Cuántas más oraciones de bendición se deben seguir dando para seguir
creciendo en todo lo inherente a un milagro así!
·
Reconocer
la trayectoria y luchas de mi hermana. ¡Cuántas mujeres necesitan crecer en la
conciencias de todo lo que pueden hacer! ¡Cuántas más oraciones de petición se
deben seguir dando para que la sabiduría sea la mejor base!
·
Reconocer
a Carmen Yulín como genuina líder que con una trayectoria única y las causas
que dignifican se ha ganado el respeto y la admiración de todos. Reconocer al
alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y
presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León. ¡Cuántos deben
abrir los ojos y desarrollar una nueva y mejor conciencia ante la luz que
exalta al Corazón de Mujer! ¡Cuántas más oraciones de intercesión se deben
seguir dando para que Yulín y Melina sean hoy y siempre grandes baluartes en
consagrada plenitud de vida, sabiduría integral y testimonio potenciador!
Reconocer
a las madres, es ser solidarios tanto con las madres que honran los roles
tradicionales, como con las madres que se levantan ante desafíos de enfermedad
y adversidad en el hogar, y las madres solteras que tanto forjan en la aparente
soledad.
Grandes
son las promesas bíblicas para los buenos hijos, buenos esposos y hombres
conscientes que respetan y atesoran a las madres, así como para los que cuidan
a las viudas. Es cuestión de vivir con amor, valor y honor, a la altura de lo
que Dios espera de uno; así se llega al nivel en que es Él en uno.
Reconocer a las madres es reconocer por designio divino a las mujeres; es
reconocer todo lo puro que supera las palabras, que se encarna en la mujer. Es
tener acción de gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las
mujeres y las madres que han partido de este mundo. Es dar motivos de regocijo
para dar vida a la vida.
Porque busco
fundamentarme en el Señor y no en hombres, veo que Melina León y Carmen Yulín, mi madre y mi
hermana, ejemplifican que Dios usa los medios que Él desea para responder y
edificar. Que cada cual dedique una oración especial a las mujeres que le
inspiran todo lo mejor. ¡EN VERDAD DIOS SE CRECIÓ AL CREAR A LA MUJER! Al
celebrar el Mes de las Madres, que haya armonía y consagración en hombres y
mujeres para que sea la vida una causa de AMOR.
Sea
el Mes y el Día de las Madres, en el año de elegidos, gran momento para orar y
perseverar con mayor sentido; para afirmar el amor y el agradecimiento
verdaderos, y la visión de almas de pacto con la voluntad de cumplir promesas a
Dios para armonizar deseos genuinos con el ser luz a los demás. Sean bendecidas
todas las madres en la Isla del Cordero. Adelante en el nombre de Jesucristo.
·
“El amor de
madre es el combustible que le permite a un ser humano hacer lo imposible”
(Marion C. Garretty).
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