La
Plataforma de Gobierno del PPD, titulada “Un nuevo camino, una nueva esperanza,
primero la gente”, y avalada por las urnas democráticas del 2012, dice en la
página 250 sobre el tema de status político:
·
“Si en un plazo
de un año, la Casa Blanca no ha cumplido con su compromiso, entiéndase, que el Presidente
no ha presentado un proyecto de ley ante el Congreso para encaminar una
consulta en la que Estados Unidos se comprometa a acatar en su totalidad la
decisión del pueblo de Puerto Rico, el Gobernador impulsará una Asamblea
Constitucional para atender el tema del estatus. A esos efectos, el Partido
Popular se compromete formalmente a legislar para constituir una Asamblea
Constitucional de Estatus. Toda revisión de estatus, que se recomiende como
resultado de los trabajos de esa Asamblea Constitucional, tendrá que someterse
a los electores en referéndum especial como requisito indispensable para su
aprobación o rechazo”.
En la
página 248 dice lo siguiente:
·
“El Partido
Popular Democrático reafirma que el Estado Libre Asociado es la opción de
estatus que mejor representa las aspiraciones del Pueblo de Puerto Rico. Bien
gobernado por quienes reconocen su potencial, el ELA ofrece las mayores oportunidades
de progreso y desarrollo integral para cada puertorriqueño, frente a la
estadidad o cualquier modalidad de independencia.
El Partido Popular Democrático apoya
firmemente el desarrollo del Estado Libre Asociado hasta el máximo de autonomía
compatible con los principios de unión permanente con los Estados Unidos y la
ciudadanía americana de los puertorriqueños. El Partido Popular rechaza
cualquier modificación de estatus que se aparte de estos principios y que
atente contra nuestra nacionalidad puertorriqueña o que menoscabe nuestra
identidad lingüística y cultural”.
No hay
que temer al mecanismo de la Constituyente, que es un grupo seleccionado por el
pueblo con un fin, y toda propuesta debe ser avalada por el pueblo.
No es un
mecanismo nuevo. Como muestra, una Constituyente redactó nuestra Constitución e
hizo tan buen trabajo, que estadistas e independentistas han expresado lo de
mantener los mayores puntos de la Constitución aún de haber cambio de status.
Al no
haber funcionado las consultas criollas, merece su oportunidad la Constituyente
nombrada para tratar con Estados Unidos el tema del status en pos de soluciones
reales. Los estadistas deberían seguir el ejemplo de Ferré que supo decir
presente junto a otros estadistas para integrarse a la Constituyente que hizo
la Constitución.
Aunque el
ELA no es colonia y es una alternativa válida y aceptable, los niveles de
insatisfacción en el país y serios problemas socioeconómicos, confirman que se
necesita un proceso de diálogo y mecanismos como una Constituyente para poder
llegar a un punto en que se respete la voluntad democrática en el debido
proceso.
Voy más
allá: NO hay que temer o sentir aversión hacia las palabras “soberanía” o
“soberanista” en el mejor sentido, que no es pequeño o engañoso, sino grande en
la búsqueda de maximizar todo lo positivo y constructivo. Ese concepto ya está
en el ELA y hasta estadistas han hablado en pro de un “Estado Soberano”. Que no
haya espacio para campañas de miedo o manipulaciones extremistas, sino para
decisiones sabias.
Una
fórmula de status NO es un fin en sí, un ideal sagrado o una varita mágica. Una
fórmula de status ES un instrumento para servir al pueblo y es necesario
coincidir en causas que superen diferencias y fronteras partidistas, como la
equidad y proyectos de democratización, municipalización y potenciación. Así,
podemos coincidir en el nivel de soberanía que supera teorías y agendas
personales, en una causa común de amor,
edificación y consagración por Puerto Rico.
En la
Constitución se reconoce la soberanía así: “Se constituye el Estado Libre
Asociado de Puerto Rico. Su poder político emana del pueblo y se ejercerá con
arreglo a su voluntad, dentro de los términos del convenio acordado entre el
pueblo de Puerto Rico y los Estados Unidos de América. El
gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico tendrá forma republicana y
sus Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, según se establecen por esta
Constitución, estarán igualmente subordinados a la SOBERANIA del pueblo de
Puerto Rico”. Podemos coincidir en el nivel de soberanía que supera
teorías y agendas personales, por Puerto Rico.
Una
Constituyente no es cuartos oscuros, es un gran foro que bien desarrollado,
supera la politiquería, el partidismo y los límites de cuatrienio. Reconociendo
al ELA como fórmula que no es colonia y sí es gran base de presente y futuro, demos
la oportunidad a la potenciación democrática.
¡Sí al proceso rumbo a la Constituyente!
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