domingo, 4 de mayo de 2014

NO a la intolerancia y el cainismo ante las congregaciones.

En cada alma hay la capacidad para ser genuino y para buscar superar heridas y marcas, tal como luego de la Resurrección las marcas de la flagelación no son más que lo glorioso. Si se acepta que uno solo tiene control de los actos de uno mismo, optemos por los pasos y ajustes presididos por el Señor.

Ante eso, grande es el rol de quienes están ante las congregaciones. Cuando surge el estilo más agresivo desde ciertos religiosos en vez de desde lo político, y más expresiones cristianas y humanitarias desde lo que no es religioso, se confirma que vivimos tiempos atípicos. Cuando al día de hoy se da exclusión, duda y suspicacia hacia quien se expresa a favor de la equidad y de que todos somos hijos de Dios, se confirma que hay mucho que educar y revelar. Se confirma que Dios emplea los medios que Él desea para responder, obrar y edificar.

Eso de vivir tiempos atípicos, se puede tomar en lo positivo para buscar mejores formas de ver y hacer las cosas. Se confirma que se ha fallado cuando no se ha dicho la verdad a las congregaciones y al país. Siento empatía hacia los maltratados por no decir “Amén” a ciertos estilos y mensajes; hacia quienes no han tenido otra opción que dejar roles ministeriales, o incluso no congregarse o asistir solo el domingo.


Afortunadamente no todo el liderato religioso falla. Es importante la oración para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana. Es importante la oración para que todo el que mire hacia lo alto en estos días, reciba su toque especial y trascendente porque amar es ver lo que se puede ser más que lo que se es o se aparenta ser. ¡Demos en la medida que deseamos recibir, haciendo todo día santo ante el Señor que no está muerto, está Vivo y con Poder!


No hay comentarios:

Publicar un comentario