Al
llegar mayo de 1985, en Ponce High nuestros pensamientos se enfocaban en la
graduación. Hoy, al llegar mayo de 2014, a 29 años de distancia, mi recuerdo se
remonta al primer día de clase en Ponce High, en agosto de 1982.
Recuerdo
que era un día soleado. El patio y las estructuras lucían ante mí mucho más
grandes de lo que podían dictas las medidas exactas. En un momento dado, había
tantos estudiantes en el pasillo que la directora emblemática, Miss De Armas,
llegó a establecer orden. Con quien primero hablé sin saber quién era, fue George Miguel, quien llegaría a estar en mi grupo hasta ese momento de la
graduación.
Muchos
días siguieron a ese inicio; unos días soleados y otros días nublados, como
parte de las realidades y contrastes de la existencia. Los que llegamos sin
conocernos a esa magna escuela, nos fuimos conociendo, comprendiendo y
apoyando. Con mucho orgullo usaba los colores del uniforme, con el León de
Ponce.
Habrá
escuelas y colegios en que los estudiantes sientan que el uniforme es una
obligación, pero en Ponce High es diferente. Se trata de rutas generacionales
en un gran cauce de amor, perseverancia e historia. Son recuerdos que generan
añoranzas y al mismo tiempo, permiten valorar el presente y alentar el porvenir.
Me
gustaba cuando me acompañaba mi padre en parte del trayecto hacia la Ponce High.
Me llena en el presente cuando mi madre me da la bendición. Somos siempre
jóvenes al seguir el propósito de dar vida a la vida.
Esté
presente en las oraciones, tantos motivos y recuerdos; tanto por quienes siguen
ahí, como por quienes han partido hacia la eternidad.
¡Saludos
a la Clase 1985 de Ponce High! ¡Saludos a los hijos de la Clase 1985 de Ponce
High que prolongan y maximizan sueños y legados!
Lo
vivido es prólogo. Dios ilumine a todos.
·
“Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera
generación que anhela una vida plena de belleza y libertad?” --Albert Einstein
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