Al
llegar mayo de 1985, en Ponce High nuestros pensamientos se enfocaban en la
graduación. En el 2014, a 29 años de distancia, mi recuerdo se remonta al comienzo
de esa jornada en Ponce High, en agosto de 1982.
Es
interesante ver en el resumen de noticias de 1982 del periódico “El Mundo”, que
para agosto se destacó el aumento en el nivel de desempleo a 24.6% y que Angelita
Lind ganó la medalla de oro en los Centroamericanos en Cuba.
Es
un gran ejercicio ver las noticias destacadas de cada mes de 1982 y descubrir
los temas recurrentes para el pasar de años y generaciones. En un mundo
imperfecto siempre habrá retos, contrastes, afanes; motivos de gratitud y
motivos de inquietud; pero mayores son la fe, la voluntad constructiva y la nueva
esperanza.
No
apareció en los medios en 1982, que en Ponce High unos estudiantes comenzaban
sus estudios con el palpitar de una nueva esperanza. Sin embargo, ante el
Creador sí veía y ungía algo tan poderoso e incipiente.
Hoy
en diversos medios, los testimonios de la Clase Graduada de Ponce High de 1985
hablan de los grandes motivos de aliento y consagración que superan toda
noticia negativa. Lo vivido es prólogo y hay grandes motivos para dar vida a la
vida. Dios ve, conoce y unge
los grandes testimonios que son poderosos e incipientes. ¡Adelante!
¡Somos jóvenes al alentar y
vivificar la nueva esperanza! ¡Somos jóvenes al mantener la capacidad de
apoyarnos y levantarnos! ¡Somos jóvenes en el brillante comienzo de cada
amanecer, en la perseverancia bien fundada y en la alegría de vivir!
Somos jóvenes y los nuevos pasos que
tomemos pueden forjar grandes historias y mayores testimonios porque lo vivido
es prólogo Adelante consagradamente, en la vida como sabia, heroica y
victoriosa causa de amor. ¡Somos jóvenes!
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“La juventud no es un tiempo de la vida; es un estado del
espíritu”. --Mateo Alemán
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