jueves, 15 de mayo de 2014

La nueva esperanza y la Clase Graduada de Ponce High de 1985.

Al llegar mayo de 1985, en Ponce High nuestros pensamientos se enfocaban en la graduación. En el 2014, a 29 años de distancia, mi recuerdo se remonta al comienzo de esa jornada en Ponce High, en agosto de 1982.

Es interesante ver en el resumen de noticias de 1982 del periódico “El Mundo”, que para agosto se destacó el aumento en el nivel de desempleo a 24.6% y que Angelita Lind ganó la medalla de oro en los Centroamericanos en Cuba.

Es un gran ejercicio ver las noticias destacadas de cada mes de 1982 y descubrir los temas recurrentes para el pasar de años y generaciones. En un mundo imperfecto siempre habrá retos, contrastes, afanes; motivos de gratitud y motivos de inquietud; pero mayores son la fe, la voluntad constructiva y la nueva esperanza. 

No apareció en los medios en 1982, que en Ponce High unos estudiantes comenzaban sus estudios con el palpitar de una nueva esperanza. Sin embargo, ante el Creador sí veía y ungía algo tan poderoso e incipiente.

Hoy en diversos medios, los testimonios de la Clase Graduada de Ponce High de 1985 hablan de los grandes motivos de aliento y consagración que superan toda noticia negativa. Lo vivido es prólogo y hay grandes motivos para dar vida a la vida. Dios ve, conoce y unge los grandes testimonios que son poderosos e incipientes. ¡Adelante!

¡Somos jóvenes al alentar y vivificar la nueva esperanza! ¡Somos jóvenes al mantener la capacidad de apoyarnos y levantarnos! ¡Somos jóvenes en el brillante comienzo de cada amanecer, en la perseverancia bien fundada y en la alegría de vivir!

Somos jóvenes y los nuevos pasos que tomemos pueden forjar grandes historias y mayores testimonios porque lo vivido es prólogo Adelante consagradamente, en la vida como sabia, heroica y victoriosa causa de amor. ¡Somos jóvenes!

·         “La juventud no es un tiempo de la vida; es un estado del espíritu”. --Mateo Alemán










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