Le Sección 5 de
Instrucción Pública, de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto
Rico, dice:
·
“Toda persona tiene
derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y
al fortalecimiento del respeto de los derechos del hombre y de las libertades
fundamentales. Habrá un sistema de instrucción pública el cual será libre y
enteramente no sectario. La enseñanza será gratuita en la escuela primaria y
secundaria y, hasta donde las facilidades del Estado lo permitan, se hará obligatoria
para la escuela primaria”.
Nótese que se expresa “hasta
donde las facilidades del Estado lo permitan”. Además, en la “Edición
Conmemorativa del Cincuentenario de la Constitución del Estado Libre Asociado
de Puerto Rico, 1952-2002”, se explica lo siguiente sobre dicha Sección:
·
“El propósito principal
de esta sección es definir las aspiraciones colectivas sobre la educación y
crear un sistema de enseñanza pública a niveles primario y secundario exclusivamente,
y no declara que existe un derecho a obtener del Estado una carrera
universitaria”.
Más allá de análisis y
teorías, la realidad es que la sabia inversión en la educación (empleando cada
recurso en forma correcta e incentivando la innovación y las iniciativas que
potencian la vocación), es lo más correcto para una buena civilización. Para la
Isla, las instituciones universitarias tienen suma importancia por su
aportación al país.
Es gracias a la
educación que Puerto Rico logró sus mayores hazañas. Es desde la educación en
todos sus niveles y manifestaciones, que tenemos la diversidad de roles y
ocupaciones que hacen patria. Si se le resta a la educación, se le resta al
país entero.
Al enfrentar la Isla
momentos retadores, lo más creativo será lograr fomentar un nuevo modelo de desarrollo
socio-económico que fortalezca lo educativo. Así:
·
Apoyo a la educación
que es llamado y quehacer que abarca todo, tanto la relación
educador-estudiante, como todos los componentes del campus y los estilos que
demuestran que se vive educadamente.
·
Apoyo a la líder y
alcaldesa Carmen Yulín por su gran atención a la educación y sincera identificación
con la Universidad de Puerto Rico que como muy bien afirmaba Jaime Benítez, sea
gran “Casa de Estudio”.
·
Apoyo a las bases de la
sana democracia, en que se puede diferir en unos puntos, coincidir en otros puntos,
y buscar soluciones salomónicas sin necesidad de recurrir a estilos manipuladores, impositivos,
violentos o de cainismo y exclusión.
Que sea el pleno apoyo
a la educación como patrimonio vital, fiel reflejo de un nuevo ánimo que
administra bien y reconoce en forma visionaria que se trata de una inversión
que edifica a generaciones. En el país que nos necesita a todos, Dios ilumine a
todos.
·
“La educación no es
preparación para la vida; la educación es vida propia”. --J. Dewey
·
“El cambio en la
educación que el pueblo de Puerto Rico tremendamente necesita es grande y
hondo. No es meramente corregir defectos; es proponerse crear grandeza en
nuestra educación”. –Luis Muñoz Marín
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