EN CONTRA del ataque innecesario a
la escuela pública. Lo peor es adjudicar un nivel de superioridad a la educación
privada en forma irrazonable y de exclusión. Las fallas que requieran mejoras y
reformas, no justifican fomentar el clasismo y el elitismo. Objetivamente, la
escuela pública ha hecho y hace patria. La escuela requiere apoyo y mejoras con
visión de desarrollo de país y entendimiento del salón de clase. La excelencia
no se mide en pruebas que no funcionan, se mide en la realidad cotidiana, se
valora en lo heroico y se ve en los testimonios buenos.
No estoy en contra de lo privado,
sino a favor de la justicia. Si se busca la restauración de la Isla, sus
funcionarios electos deben ser los primeros en buscar buena educación y motivar
a crecer en equidad, en el apoyo a sus instituciones que fomentan la vitalidad
de los dignos derechos humanos, en intelecto y armonía. Voy más allá:
Quienes estén en cargos
electivos y no crean en la educación pública y/o idolatren el sistema privado de
educación, deben reevaluarse. Pueden rectificar para servir mejor en lo
electivo que es público, o pueden optar por entrar en la empresa privada
(logrando lo que merezcan ahí por productividad). Se necesita que seres humanos
con real compromiso social ocupen las responsabilidades de los cargos electivos
con sabia, constructiva y efectiva conciencia. Que los buenos frutos de la
escuela pública fomenten la potenciación de la patria entera. Dios ilumine a
todos.
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"La educación, como la luz del sol, puede y debe
llegar a todos”. --José Pedro Varela
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“Plena educación, en cantidad, en calidad, en
profundidad”. –Luis Muñoz Marín
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