En Génesis
2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra.
No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen
creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el
relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra. Ante el
Día de las Madres, que debe inspirar en su esencia a todos los días:
Reconocer a las
madres, es ser solidarios tanto con las madres que honran los roles
tradicionales, como con las madres que se levantan ante desafíos de enfermedad
y adversidad en el hogar, y las madres solteras que tanto forjan en la aparente
soledad.
Grandes son las
promesas bíblicas para los buenos hijos, buenos esposos y hombres conscientes
que respetan y atesoran a las madres, así como para los que cuidan a las
viudas. Es cuestión de vivir con amor, valor y honor, a la altura de lo que
Dios espera de uno; así se llega al nivel en que es Él en uno.
Reconocer a las
madres es reconocer por designio divino a las mujeres; es reconocer todo lo
puro que supera las palabras, que se encarna en la mujer. Es tener acción de
gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las
madres que han partido de este mundo. Es dar motivos de regocijo para dar vida
a la vida.
Reconocer a las
mujeres, es tener comprensión, tanto hacia las que se multiplican en amor y
entrega (que pueden hacer tanto a la vez y es como si nunca se enfermaran o
debilitaran), como hacia quien vive su Damasco. Es trascender como águilas para
DAR VIDA A LA VIDA.
Reconocer a las
mujeres, es ser solidarios con las pastoras, amas de casa, obreras, luchadoras
y toda mujer que abre caminos. Es buscar honrar a tantas mujeres humildes que
perseveran. Gracias a las damas que exaltan al Corazón de Mujer.
Desarrollemos la
viva inspiración: Sea el Día de las Madres, gran momento para orar y perseverar
con mayor sentido; para afirmar el amor y el agradecimiento verdaderos, y la
visión de almas de pacto con la voluntad de cumplir promesas a Dios para
armonizar deseos genuinos con el ser luz a los demás. Sean bendecidas todas las
madres en la Isla del Cordero. Adelante... ¡Claro que Dios se creció al crear a
la mujer!
--Gerardo L.
Berríos Martínez
·
“El amor de madre es el combustible que le permite a un ser
humano hacer lo imposible”. --Marion C. Garretty
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