domingo, 24 de mayo de 2015

Observaciones sobre el mensaje de Luis Muñoz Marín en torno a lo que puede derrotar al PPD.

El Partido Popular Democrático (PPD) fue inscrito el 22 de julio de 1938. Participó por primera vez en un evento electoral, en las elecciones de 1940. Uno de los grandes mensajes de campaña para establecer que se trataba de un Partido diferente, que no llegaba para más de lo mismo, fue pedir el voto prestado. No se manipuló el tema del status político ni se recurrió a enardecer pasiones. Se estableció que se le prestara el voto al PPD y si no cumplía bien, se le votara en contra en la próxima elección.

El Partido triunfó en 1940 por estrecho margen, pero se vio como una gran victoria por todo lo que tuvo que enfrentar. El pueblo entró en escena con un voto de esperanza. El liderato Popular comenzó de inmediato a buscar cumplir lo prometido; dando el máximo con los recursos existentes, pero no fue una ruta libre de escollos.  

En el discurso al celebrarse el segundo aniversario de la victoria Popular, pronunciado el 5 de noviembre de 1942, expresó Muñoz Marín:
·         “En una ocasión dije —y es propio repetirlo ahora— que solamente el Partido Popular podría derrotar al Partido Popular. Y en este aniversario solemne del día en que un pueblo entero vio abrirse el horizonte de su esperanza, es bueno hacer inventario de esto en nuestros corazones. El Partido Popular Democrático, como todo partido político, consiste de dos grandes sectores, que son el pueblo y la organización del Partido. Al decir que sólo el Partido Popular podría vencer al Partido Popular, es evidente que no se quiere significar que el pueblo popular democrático vaya a vencer al pueblo popular democrático. Lo que podría ocurrir es que la organización del partido —si sus hombres no se mantienen dentro del más estricto sentido de su responsabilidad ante el problema de todo nuestro pueblo, poniéndolo por encima de todo problema más pequeño, poniéndolo por encima de toda hostilidad y enemistad personal, poniéndolo por encima de las debilidades y pasiones de que padecemos todos los humanos—, lo posible, si así no nos comportamos, que fuera la organización del Partido Popular la que provocara la derrota del pueblo popular. Que esto no ocurra le corresponde al pueblo vigilarlo —al pueblo que no tiene nada que ganar con discrepancias ni enemistades personales ni con los choques y debilitamientos de las pasiones humanas”.
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Luis Muñoz Marín había comenzado ese mensaje con las siguientes palabras:
·         “Hoy cinco de noviembre se cumple el segundo aniversario de la victoria del Partido Popular Democrático. Aún no hace dos años que está ejerciendo sus funciones de gobierno. En la Legislatura empezó a actuar la nueva situación creada por las elecciones de noviembre de 1940 el día diez de febrero de 1941. De esa fecha no se han cumplido todavía veintiún meses. Hace dos años hoy el pueblo de Puerto Rico fue a las urnas y votó específicamente por dos propósitos: votó por ponerle término al gobierno que durante diez años habían mantenido los partidos de la Coalición; votó por un programa específico de leyes para iniciar la obra de rescate de justicia para la gran mayoría sufrida”.

Es evidente que el prócer tenía una doble inquietud: explicar el trabajo que se estaba llevando a cabo, y evitar que estando en posiciones de Gobierno el liderato Popular olvidase sus esencias de pueblo. No deseaba que cayera el movimiento en lo que se combatió en la gesta electoral de 1940. De ahí que alerta que al Partido Popular solo lo puede derrotar el liderato que se aparta de sus bases y estilos ejemplares. Muñoz Marín no buscaba manipular al electorado para que tuviese que aceptar toda conducta ciegamente, sino que jamaqueaba al liderato para honrar la confianza recibida y así, merecer la renovación de esa confianza en el mandato electoral.

Se confirma así que ser Popular no es justificar errores ni avalar voces de la oposición que busquen tergiversar mediante un análisis acomodaticio de tales fallas. Ser Popular es compartir unos de ideales de justicia social y progreso con equidad; en que se le exige el mejor cumplimiento al liderato y se logra empatía con el pueblo. Ser Popular no es caer en los estilos fanáticos que se combatieron, es fomentar el diálogo constructivo y la efectiva vigilancia democrática por un Gobierno responsable, funcional y eficaz.
Ser Popular no es idolatrar a fórmulas de status o el enfoque desmedido en funcionarios de turno; es apoyar en el nivel de nuestros maestros fundadores, comprender que la diferencia de opinión no es traición, que la disidencia no se deslealtad, y que podemos crecer solidariamente en las grandes causas que unen y los logros que potencian. Sea el siglo 21 un buen tiempo para crecer, obrar y consagrar desde las bases fundadoras.

En lo que va del cuatrienio 2013-2016 ha habido pasos de avance, como lo legislado en equidad, la Ley de Empleos Ahora, el apoyo del Gobernador a la agricultura y la ecología, los esfuerzos en seguridad, la obra brillante de la alcaldesa Carmen Yulín, y el rol de la Primera Dama. Sin embargo, hay que enfrentar factores que justifican la emigración. Todo confirma que no es el momento para un IVA, ni para rígidos aumentos. Siguen teniendo sentido las propuestas de mejorar la captación del IVU con los municipios, renegociar la deuda, el impuesto de 10% a las empresas foráneas, y más: Se necesita un nuevo modelo de autosuficiencia y desarrollo socioeconómico. Como muestra, hacer de la Isla un punto de trasbordo internacional, puede potenciar a la Isla entera, toda su infraestructura y sistema educativo, en tal magno proyecto de progreso democratizador. Dios ilumine a todos en la patria que nos necesita a todos.

·         “La obra del Partido Popular Democrático nunca podrá ser todo lo fecunda que debe ser si no tiene críticos honrados y sinceros que le señalen al Partido Popular Democrático, con honradez y con nobleza, los errores que a su juicio pudiera cometer el Partido Popular Democrático. Reclamamos, en nombre del pueblo de Puerto Rico, la crítica honrada y fecunda que nos ayuda a hacer nuestra obra lo mejor posible para nuestro pueblo, para el pueblo del cual formamos parte todos nosotros. Donde la inteligencia libre tiene miedo, la civilización se estanca y se pervierte. Donde la crítica tiene libertad, la civilización se enriquece y se hace fuerte”. –Luis Muñoz Marín

·         “Venceremos el problema que nos agobia. Que ningún puertorriqueño vea a otro puertorriqueño como su adversario. El problema que confronta Puerto Rico es el adversario de todos. Luchemos todos por vencerlo, cada cual en la forma que crea la más honrada y más sabia – sin agredirnos con pequeñeces y por pequeñeces. Que tengamos la claridad de espíritu para entender el problema, la fuerza de voluntad para trabajar en resolverlo, la honradez para hacerlo sin demagogia: ese es mi ferviente deseo para mi pueblo en este tiempo en que tenemos que salir de la rejoya, pasajera pero trágica, para poder emprender una vez más la jalda que nos lleve a nuevos y mejores caminos de creación y justicia y de buen saber humano y de buen saber puertorriqueño”. --Luis Muñoz Marín
           

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