El Partido Popular Democrático (PPD)
fue inscrito el 22 de julio de 1938. Participó por primera vez en un evento
electoral, en las elecciones de 1940. Uno de los grandes mensajes de campaña para
establecer que se trataba de un Partido diferente, que no llegaba para más de
lo mismo, fue pedir el voto prestado. No se manipuló el tema del status
político ni se recurrió a enardecer pasiones. Se estableció que se le prestara
el voto al PPD y si no cumplía bien, se le votara en contra en la próxima
elección.
El Partido triunfó en 1940 por
estrecho margen, pero se vio como una gran victoria por todo lo que tuvo que
enfrentar. El pueblo entró en escena con un voto de esperanza. El liderato
Popular comenzó de inmediato a buscar cumplir lo prometido; dando el máximo con
los recursos existentes, pero no fue una ruta libre de escollos.
En el discurso al
celebrarse el segundo aniversario de la victoria Popular,
pronunciado el 5 de noviembre de 1942, expresó Muñoz Marín:
·
“En una ocasión dije —y es propio repetirlo ahora— que
solamente el Partido Popular podría derrotar al Partido Popular. Y en este
aniversario solemne del día en que un pueblo entero vio abrirse el horizonte de
su esperanza, es bueno hacer inventario de esto en nuestros corazones. El
Partido Popular Democrático, como todo partido político, consiste de dos
grandes sectores, que son el pueblo y la organización del Partido. Al decir que
sólo el Partido Popular podría vencer al Partido Popular, es evidente que no se
quiere significar que el pueblo popular democrático vaya a vencer al pueblo
popular democrático. Lo que podría ocurrir es que la organización del partido
—si sus hombres no se mantienen dentro del más estricto sentido de su
responsabilidad ante el problema de todo nuestro pueblo, poniéndolo por encima
de todo problema más pequeño, poniéndolo por encima de toda hostilidad y
enemistad personal, poniéndolo por encima de las debilidades y pasiones de que padecemos
todos los humanos—, lo posible, si así no nos comportamos, que fuera la
organización del Partido Popular la que provocara la derrota del pueblo
popular. Que esto no ocurra le corresponde al pueblo vigilarlo —al pueblo que
no tiene nada que ganar con discrepancias ni enemistades personales ni con los
choques y debilitamientos de las pasiones humanas”.
·
Luis Muñoz
Marín había comenzado ese mensaje con las siguientes palabras:
·
“Hoy cinco de noviembre se cumple el segundo aniversario
de la victoria del Partido Popular Democrático. Aún no hace dos años que está
ejerciendo sus funciones de gobierno. En la Legislatura empezó a actuar la
nueva situación creada por las elecciones de noviembre de 1940 el día diez de febrero
de 1941. De esa fecha no se han cumplido todavía veintiún meses. Hace dos años
hoy el pueblo de Puerto Rico fue a las urnas y votó específicamente por dos
propósitos: votó por ponerle término al gobierno que durante diez años habían
mantenido los partidos de la Coalición; votó por un programa específico de
leyes para iniciar la obra de rescate de justicia para la gran mayoría sufrida”.
Es evidente
que el prócer tenía una doble inquietud: explicar el trabajo que se estaba
llevando a cabo, y evitar que estando en posiciones de Gobierno el liderato
Popular olvidase sus esencias de pueblo. No deseaba que cayera el movimiento en
lo que se combatió en la gesta electoral de 1940. De ahí que alerta que al
Partido Popular solo lo puede derrotar el liderato que se aparta de sus bases y
estilos ejemplares. Muñoz Marín no buscaba manipular al electorado para que
tuviese que aceptar toda conducta ciegamente, sino que jamaqueaba al liderato
para honrar la confianza recibida y así, merecer la renovación de esa confianza
en el mandato electoral.
Se confirma
así que ser Popular no es justificar errores ni avalar voces de la oposición
que busquen tergiversar mediante un análisis acomodaticio de tales fallas. Ser
Popular es compartir unos de ideales de justicia social y progreso con equidad;
en que se le exige el mejor cumplimiento al liderato y se logra empatía con el
pueblo. Ser Popular no es caer en los estilos fanáticos que se combatieron, es
fomentar el diálogo constructivo y la efectiva vigilancia democrática por un
Gobierno responsable, funcional y eficaz.
Ser Popular no es idolatrar a fórmulas de status o el enfoque desmedido en funcionarios de turno;
es apoyar en el nivel de nuestros maestros fundadores, comprender que la
diferencia de opinión no es traición, que la disidencia no se deslealtad, y que
podemos crecer solidariamente en las grandes causas que unen y los logros que
potencian. Sea el siglo 21 un buen tiempo para crecer, obrar y consagrar desde
las bases fundadoras.
En lo que va del
cuatrienio 2013-2016 ha habido pasos de avance, como lo legislado en equidad,
la Ley de Empleos Ahora, el apoyo del Gobernador a la agricultura y la ecología,
los esfuerzos en seguridad, la obra brillante de la alcaldesa Carmen Yulín, y
el rol de la Primera Dama. Sin embargo, hay que enfrentar factores que
justifican la emigración. Todo confirma que no es el momento para un IVA, ni
para rígidos aumentos. Siguen teniendo sentido las propuestas de mejorar la
captación del IVU con los municipios, renegociar la deuda, el impuesto de 10% a
las empresas foráneas, y más: Se necesita un nuevo modelo de autosuficiencia y
desarrollo socioeconómico. Como muestra, hacer de la Isla un punto de trasbordo
internacional, puede potenciar a la Isla entera, toda su infraestructura y
sistema educativo, en tal magno proyecto de progreso democratizador. Dios
ilumine a todos en la patria que nos necesita a todos.
·
“La obra del Partido Popular Democrático nunca podrá ser
todo lo fecunda que debe ser si no tiene críticos honrados y sinceros que le
señalen al Partido Popular Democrático, con honradez y con nobleza, los errores
que a su juicio pudiera cometer el Partido Popular Democrático. Reclamamos, en
nombre del pueblo de Puerto Rico, la crítica honrada y fecunda que nos ayuda a
hacer nuestra obra lo mejor posible para nuestro pueblo, para el pueblo del
cual formamos parte todos nosotros. Donde la inteligencia libre tiene miedo, la
civilización se estanca y se pervierte. Donde la crítica tiene libertad, la
civilización se enriquece y se hace fuerte”. –Luis Muñoz Marín
·
“Venceremos el problema que nos agobia. Que ningún
puertorriqueño vea a otro puertorriqueño como su adversario. El problema que
confronta Puerto Rico es el adversario de todos. Luchemos todos por vencerlo,
cada cual en la forma que crea la más honrada y más sabia – sin agredirnos con pequeñeces
y por pequeñeces. Que tengamos la claridad de espíritu para entender el
problema, la fuerza de voluntad para trabajar en resolverlo, la honradez para
hacerlo sin demagogia: ese es mi ferviente deseo para mi pueblo en este tiempo
en que tenemos que salir de la rejoya, pasajera pero trágica, para poder
emprender una vez más la jalda que nos lleve a nuevos y mejores caminos de
creación y justicia y de buen saber humano y de buen saber puertorriqueño”.
--Luis Muñoz Marín
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