Como gobernador,
Rafael Hernández Colón llegó a pronunciar reflexiones de contenido espiritual
ante tiempos navideños y de Semana Santa. Sin embargo, capta mi atención parte
de su mensaje pronunciado el 23 de julio de 1985 en el almuerzo-oración con la
Asociación Estatal de Pastores Evangélicos:
·
“La siembra de la Palabra en los corazones
puertorriqueños es siembra de fortaleza moral y más que nada, siembra de vida
eterna. La siembra de la Palabra es pues, actividad que recaba el mayor respeto
y la mayor cooperación dentro de los límites constitucionales de Gobierno, y de
una buena convivencia democrática.
La Palabra no es ruido, la Palabra
es vida.
La Palabra no es bien de comercio,
la Palabra es bien de espíritu.
La Palabra es roca sobre la cual se levantan los
cimientos morales de una sociedad”.
La política
tradicional podría dictar que se busquen aplausos mediante palabras que se
estimen agradables para el público al que se la habla. Hay quienes buscan
oración en forma legítima y hay quienes buscan oración para contar con la
imagen publicitaria. El gobernador Hernández Colón trascendió todo por su sumo
respeto y reverencia a lo sagrado, y presentó lo que debe guiar a quien está
ante congregaciones.
Es importante la
oración para que quienes estén ante las congregaciones, no se dañen, no dañen y
fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana
doctrina cristiana.
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