martes, 12 de mayo de 2015

La sana doctrina se nutre de la Palabra e ilumina lo que se vive.

Como gobernador, Rafael Hernández Colón llegó a pronunciar reflexiones de contenido espiritual ante tiempos navideños y de Semana Santa. Sin embargo, capta mi atención parte de su mensaje pronunciado el 23 de julio de 1985 en el almuerzo-oración con la Asociación Estatal de Pastores Evangélicos:

·         “La siembra de la Palabra en los corazones puertorriqueños es siembra de fortaleza moral y más que nada, siembra de vida eterna. La siembra de la Palabra es pues, actividad que recaba el mayor respeto y la mayor cooperación dentro de los límites constitucionales de Gobierno, y de una buena convivencia democrática.
La Palabra no es ruido, la Palabra es vida.
La Palabra no es bien de comercio, la Palabra es bien de espíritu.
La Palabra es roca sobre la cual se levantan los cimientos morales de una sociedad”.
                                  
La política tradicional podría dictar que se busquen aplausos mediante palabras que se estimen agradables para el público al que se la habla. Hay quienes buscan oración en forma legítima y hay quienes buscan oración para contar con la imagen publicitaria. El gobernador Hernández Colón trascendió todo por su sumo respeto y reverencia a lo sagrado, y presentó lo que debe guiar a quien está ante congregaciones.

Es importante la oración para que quienes estén ante las congregaciones, no se dañen, no dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana doctrina cristiana.



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