Comenzó
el martes 23 de abril de 2013 con una controversia mañanera en Puerto Rico
sobre el tema del “altar de la patria” en el templo; sobre dónde deberán estar
los restos del prócer Ramón Power y Giralt ante una expresión del Vaticano que prohíbe
designar un “altar de la patria” en la Catedral de San Juan y colocar ahí dichos
restos. Es como si un indispensable elemento para sazonar el café, fuese lo
controversial.
Se
le señalan y cuestionan motivaciones políticas al monseñor Roberto Octavio González
Nieves y en principio, concuerdo con que se necesitan en los alteres a personas
que superen lo político y estereotipado, ya que la vocación de consagración
debe trascender todo lo efímero y transmitir el mensaje que lleve algo de Dios.
Sin
embargo, ¿cuántos líderes religiosos en nuestro país han apoyado directamente a
líderes políticos y/o fórmulas de status y emplean la imagen de lucha “por la
familia” o “por la paz” con otras agendas? Es interesante
cómo quienes más se visten de puritanismo son quienes en peor forma fallan, y
cómo no tocan otros pecados como la corrupción que involucra dinero. La
tolerancia, el amor y la misericordia de Jesús hacia Pedro, nos confirma y
enseña que se necesita crecer y evolucionar en el concepto de que TODOS
compartimos una misma realidad y naturaleza humana, y a TODOS nos toca buscar
ser cada día más dignos, justos, salomónicos y constructivos en todo.
El
Salmo 47 establece que Dios es Rey de TODA la tierra y en San Mateo 28:19-20 se
incluye la gran comisión de hacer discípulos en TODAS las naciones. De haber
habido nacionalismo o insularismo en el naciente cristianismo, no habría
cristianos más allá de una limitada extensión territorial. Así, ante un planeta
creado por Dios sin fronteras, NO procede convertir el altar de Dios en algo diferente
-como un “altar de la patria” en una línea que no une ni supera lo insularista-
por otras consideraciones.
Aún
así, tampoco es bueno fomentar la negación de lo patrio, ya que sin amor y sentido
patriótico se desnaturaliza la persona.
Todo
lo anterior, me recuerda lo que decía una sabia persona mayor que conocí en
1984 y falleció en 1986, de que “en Puerto Rico todos somos políticos”. Estoy
de acuerdo con eso y hoy escribo: “En Puerto Rico somos políticos y tenemos
base cristiana”. Esa base significa que hay capacidad para respetar incluso a
quien no es cristiano. De ahí que aún con grandes diferencias y todo lo
pasional para identificarse con unas causas, todavía se puede convivir.
Veo
que todos y cada uno, tienen una búsqueda. Hay búsquedas familiares y
personales, políticas, materiales, espirituales, de sanidad y prosperidad, de
liberación de vicios y enfermedades, en fin, de mucho. Lo que hace la
diferencia es la forma de ver y hacer las cosas y hasta dónde se está dispuesto
a llegar por lo que se quiere.
Considero
que no se trata de una diversidad de iglesias, sino de una Iglesia y diversidad
de congregaciones.
·
Tiene que
llegar el momento en que católicos y no-católicos, evangélicos y católicos,
logremos coincidir en el factor común de ser cristianos y no nos veamos como
tribus opuestas y en contienda.
·
Tiene que
llegar el momento en que el concepto de “no hablar del hombre de Dios” sea para
enaltecer el sumo respeto a un rol de consagración y no se tergiverse para idolatrar,
manipular y avalar todo.
·
Tiene que
llegar el momento en que la capacidad de rectificación y corrección comience en
el nivel del altar y de toda responsabilidad, para que se logre buscar la real
perfección en el Altísimo y no en hombres.
Ser “cristiano” no es una etiqueta o
marca comercial. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que infunde una naturaleza
revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer. SE PUEDE
cristianizar en todo rol y escenario porque de perseverar con amor, fe, valor,
visión y honor se trata la vida.
A mayores
desempeños y posiciones de liderato, mayores responsabilidades y exigencias. Es importante
la oración para que quienes estén ante las congregaciones, NO se dañen, NO
dañen y fomenten la plena abundancia de todos en línea con la Palabra y la sana
doctrina cristiana. ¿Podemos bendecir al obispo González Nieves y a todo obispo
indistintamente del lugar de congregación? ¿Podemos bendecir tanto al sacerdote
como a todo pastor y toda pastora? ¿Podemos bendecir a toda alma que sincera y
humildemente busca superarse a sí y dar un testimonio edificante? Oremos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario