Hoy 20 de marzo de 2013, es noticia que el
doctor Ramón Torres Morales entregará la Presidencia del PPD de Ponce. Tiene
pleno derecho a esa decisión y merece sumo agradecimiento por haber aceptado
los retos y responsabilidades de la dinámica político-partidista.
Con el doctor Torres Morales en la
Presidencia, se comenzó un gran proceso de reorganización en la base que merece
continuidad y potenciación.
En términos del resultado de la elección
del 2012, sigo convencido de que no hubo un rechazo al ser humano, profesional
y administrador que es el doctor Torres Morales, sino a un estilo de campaña.
Voy más allá: Ese estilo de campaña es en
lo que más se debe profundizar para lograr que los mandatos electorales sean
regidos y orientados por las buenas ideas, talentos y mejores propuestas, y no
tanto por lo propagandístico y las meras imágenes.
Le toca a quienes optemos por seguir dando
batallas, seguir abonando a ese entendimiento de madura democracia. En lo
inmediato, bendigo al doctor Ramón Torres Morales y su familia para los nuevos
caminos que emprendan. Voy más allá: Se puede aplicar lo que se dice ante el
nacimiento del Redentor:
“Hay paz en las almas de buena voluntad”.
Ahora más que nunca, hay paz en las sanas conciencias. Tiene relevancia
recordar palabras de Rafael Hernández Colón:
·
“Hace 24 años yo respondí a los retos que
confrontaba el país: el embate contra el ELA y sus posibilidades, la negación
de nuestro ser como pueblo que plantea la estadidad; la falta de confianza en
nosotros mismos para alcanzar una buena calidad de civilización mediante el
esfuerzo y la creatividad; la degradación y politización del gobierno como
instrumento para fomentar el bien común y hacer porvenir para todos; y la
ausencia de liderato para defender los postulados del Partido Popular.
Respondí con lo mejor de mis capacidades,
con desinterés, con ánimo de servicio y con ilusión de ver los ideales que
comparto con ustedes realizados. No es este el momento de pasar balance detallado de los logros
alcanzados por nosotros, por los que hemos luchado juntos durante el último
cuarto de siglo. Pero no puede haber la más mínima duda de que nuestros
postulados tienen una mayor vigencia en el Puerto Rico de hoy que la que
hubieran tenido si no hubiéramos confrontado estos retos y no hubiéramos
entrado en estas luchas. En la medida en que entendemos que han prevalecido
nuestros postulados, en esa misma medida cada cual debe sentir la
correspondiente satisfacción en su espíritu de haber cumplido su deber con su
pueblo que es la única y verdadera satisfacción ética de la vida pública.
En forma alguna debemos considerar nuestros
logros menoscabados, ni por la falta de celebración del plebiscito en el ’90,
ni por los resultados del referendo del 8 de diciembre del ’91.
Hace algunos años en un mensaje a los
egresados del Instituto de Educación Democrática, señalaba lo siguiente:
‘La democracia puede plantear un dilema
entre la conciencia y el poder, entre la victoria y la moral.
En esos casos, sigan la conciencia y
esfuércense más, hagan el mayor esfuerzo posible, hagan el esfuerzo máximo.
La derrota no avergüenza. La entrega de la
conciencia sí avergüenza.
Solo hay pesar cuando no se hizo el
esfuerzo, cuando dejó de hacerse algo que uno sabía que debía haber hecho, algo
que uno sabe que tiene que hacer’.
El cumplimiento del deber moral con la patria no exige la corona del éxito,
sino la valentía de la lucha”.
Tiene el Partido en Ponce serias tareas por
delante, en que se deberá armonizar el trabajo de reorganización, con la
prudencia propia de líderes serios y el deber de gobernar bien al dar ejemplo y
cumplir lo prometido.
Los partidos no son religiones y las
oportunidades son efímeras etapas con el fin de crecer al servir bien y
consagrara al Señor el testimonio que pueda dar luz.
Al PPD, como movimiento de pueblo fundado
por Luis Muñoz Marín, le toca ser diferente y no dejarse influenciar por los
que hacen de la política un medio para servirse. Los partidos y las fórmulas de
status deber ser instrumentos al servicio de los valores que dignifican en todo
lo trascendente de la igualdad humana. Veamos tres grandes citas:
·
“Que cada vida sirva mejor a la nobleza del
espíritu que la anima, cada mano mejor a la tierra que cultiva, a la
herramienta que usa, y así a su justicia y a la libertad de todos”. –Luis Muñoz
Marín
·
En la muerte, Dios Todopoderoso nos
trata de enseñar cómo debe ser la igualdad para todos; la muerte es igual para
el débil que para el poderoso, para el pobre que para el rico. Nuestro ideal es
que se aprenda esa lección, que se trabaje por ir estableciendo la igualdad
entre los hombres en la vida”. –Luis Muñoz
Marín
·
“La vida es infinitamente mucho más que el estatus”.
–Rafael Hernández Colón
Einstein dijo: “Ningún
problema puede ser resuelto ni comportamiento cambiado por el mismo nivel de
conciencia que lo creó”, lo que nos indica lo sabio de crecer y no resignarnos
a más de lo mismo.
Por consiguiente,
hay un gran llamado a redescubrir lo que en verdad llena y construye. En el
siglo 21 es un imperativo superar el cainismo y todo lo peor de lo peor del
pasado. Hay que profundizar en la descentralización y municipalización; no solo
en lo gubernamental, sino en lo político que trata de justificar el abandonar
la dinámica local cuando más apoyo se necesita. ¡Hagamos patria e historia
mejor desde Ponce!
Lo más
admirable y ejemplar no siempre se logrea desde una posición electiva; mucho
menos subiendo escalones en forma cuestionable. Lo más admirable y ejemplar
brilla cuando se puede levantar la vista
con paz y tener la frente en alto con serenidad. En ese sentido, en lo que en
verdad cuenta, el doctor Torres Morales y toda alma que encuentra aliento de
real vida, ya está en la mayor Ruta de la Victoria. ¡Adelante, Ramón Torres y
familia! ¡Adelante Partido Popular Demo0crático! ¡Adelante Ponce y Puerto Rico!
¡Adelante en la ruta de consagración y plena realización! Dios ilumine a todos
en la Isla del Cordero.
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