Hoy 27 de marzo de 2013, un reportaje dice: “La doble medallista
olímpica Gigi Fernández fue reconocida ayer con una estatua en el Museo del
Deporte de Puerto Rico por sus ejecutorias en el tenis internacional”. Es un honor
más que merecido. ¡Enhorabuena! Nos dice Wikipedia sobre la atractiva, joven y
talentosa dama:
·
“Beatriz
‘Gigi’ Fernández es una ex tenista profesional. Junto con Natasha Zvereva,
formó parte de una de las mejores parejas de dobles femeninos de la historia
del deporte, superada sólo por la dupla de Martina Navratilova y Pam Shriver en
cantidad de torneos de Grand Slam.
Considerada
una de las mejores jugadoras de dobles de tenis, comenzó jugando este deporte a
la edad de 7 años. A los 17 se convirtió en jugadora profesional siendo la
primera tenista rentada de Puerto Rico. En 1984 fue posicionada en la WTA
(Asociación de Tenis Femenina) y comenzó una amistad con Martina Navratilova.
A
finales de la década de 1980, Navratilova y Fernández deciden unirse como
pareja en dobles y para los años 1992, 1993 y 1994 ganaron el campeonato de
dobles de Wimbledon. El 1 de abril de 1991 fue considerada la tenista número 1
en dobles. Ganó el Abierto de Francia 5 años consecutivos, desde 1991 hasta
1995. En 1992, Fernández obtuvo una medalla de oro en los Juegos Olímpicos y
otra en las olimpiadas de 1996. Estas medallas fueron en representación del
equipo de Estados Unidos.
Gigi Fernández ganó
17 títulos de Grand Slam en parejas y en 1994 llegó a semifinales en sencillos
en Wimbledon. Fernández se retiró como tenista profesional en 1997 y desde
entonces se dedica a trabajar como entrenadora, actualmente es entrenadora en
la Universidad de South Florida. En el 2003 obtuvo el premio de Entrenadora del
Año de Puerto Rico por su trabajo con el equipo olímpico”.
Gigi Fernández ha sabido ganarse la admiración de incontables personas y
poner el nombre de la Isla bien en alto.
En la página 51 del periódico “El Reportero” del 21 de marzo de 1985, se
reseña cuando Gigi Fernández fue recibida en La Fortaleza por el entonces
gobernador Rafael Hernández Colón. Ahí se presenta lo que ella siempre expresa
con orgullo: “Yo soy de Puerto Rico”. Eso me confirma que la puertorriqueñidad
no es solo lucir la bandera, es dignificarla. Poner en alto al país no se
limita a lo deportivo o competitivo, se da en cada testimonio de consagración y
cada paso de exaltación de la igualdad humana.
En el reportaje de “El Nuevo Día” sobre esa ocasión, se cita de
Hernández Colón: “Gigi, posee una cualidad que la distingue de otros atletas y
que a veces resulta difícil de describir. Sus ojos irradian seguridad,
confianza, determinación y astucia. Es despierta, tiene agilidad mental y
física y tiene un gran sentido de la cancha y del juego de tenis. Y por encima
de todo es una joven preciosa”.
Esas palabras de Hernández superaron al momento en que las pronunció, ya
que todas esas cualidades siguen y son cada vez mayores en Gigi.
Más allá de la cancha, Gigi ha sabido destacarse positivamente en
diversos escenarios. Incluso en lo político, supo defender para la consulta de
status del 2012 la fórmula de Estadidad con una altura y conocimiento que muchos
desearían poseer.
Recuerdo que apoyé y apoyo al ELA como fórmula válida, no-colonial y con
gran potencial de crecimiento. Sin embargo, con toda objetividad veo que el
gran número de atletas y de talentos en otras áreas que buscan encaminarse
hacia Estados Unidos, plantea la necesidad de buscar hacer del país una mejor
tierra de oportunidades indistintamente de la fórmula de status político que
rija y los partidos.
Gigi Fernández abona mucho al potencial edificante de lograr coincidir
en los puntos que hacen patria y hogar. Dios le bendiga y siga adelante.
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