Del 3 al 9 de marzo se celebra la Semana de la Mujer y el 8 de marzo se
celebra el Día de la Mujer. ¡Enhorabuena! Es más que justo dedicar un tiempo
especial en el año para afirmar el amor, valor y respeto que se debe dedicar a
la mujer, y los grandes llamados del Creador a la mujer. ¡Demos
GRACIAS a Dios por la mujer! ¡Somos llamados a reconocer a la mujer EN GRANDE!
El gran alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza
inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina
León ejemplifica que puede
haber belleza externa con mayor belleza interna. Como hombre,
le doy las gracias y la gloria a Dios cuando la mujer le da lecciones a los
hombres. Como hombre de fe, reconozco que grande es el Corazón de Mujer.
En verdad Dios se creció al
crear a la mujer. En verdad sí hay destellos de perfección y potencialidades
inéditas de luz trascendente. ¡Qué sublime es la visión que unifica, dignifica
y consagra todo lo mejor del ser!
Cada día de vida es gran día para redescubrir en el Corazón de Mujer (en
todo rol en que se desempeña), todo lo grande, transformador y sublime que Dios
quiere para el mejor desarrollo de la humanidad entera. Cada alma que lea estas
palabras pensará en mujeres con particular distinción y mujeres que desde el
infinito siguen inspirando por su ejemplo. Todos podremos coincidir en que con
el Corazón de Mujer se hace patria.
En el relato bíblico, Ester brilló por el valor, los dones y la gran
belleza física que nace del interior (confirma que puede haber belleza externa
con mayor belleza interna), y Dios obró por medio de ella. Con sumo respeto y
sinceridad, y sin ánimo de caer en sacrilegio, no dudo que hubiese palidecido
ante Melina. Ciertamente Dios emplea los medios que Él desea para responder y
edificar; Melina León es uno de esos medios.
Somos llamados a redescubrir los mensajes de perfección en cada detalle
sublime de la creación. Somos llamados a buscar ser bendecidos para bendecir.
Somos llamados a hacer y sembrar el bien. Somos llamados a la consagración que
es fe en acción.
¡EN VERDAD DIOS SE CRECIÓ AL CREAR A LA MUJER! Al celebrar la Semana de la
Mujer y el Día de la Mujer, que haya armonía y consagración en hombres y
mujeres para que sea la vida una causa de AMOR.
Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las palabras,
que se encarna en la mujer. Es tener acción de gracias, comprensión tanto a
quienes se crecen como a quienes enfrentan pruebas y buscan superar mucho, y al
mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las madres que han
partido de este mundo. Es dar motivos de entendimiento trascendente para dar
vida a la vida.
Que cada cual dedique una oración especial a las mujeres que le inspiran
todo lo mejor. ¡Somos llamados a reconocer a la mujer EN GRANDE! Dios ilumine a todos...
--Gerardo
L. Berríos Martínez
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