Hoy 29 de marzo de 2013, es Viernes Santo. NO tiene sentido la actitud o
ritual de luto, ya que el Señor NO está muerto, está VIVO. Es buen momento para
recordar que Jesús dice en San Juan 10:10 que vino para que tengamos vida en
abundancia.
Por eso, la gran pregunta es si estamos en paz, serenidad y sabia
abundancia integral. Ante esas reflexiones y otras, recuerdo que el sábado 6 de
agosto de 2011, en la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce, ubicada en la esquina
de la Calle Villa, frente a La Plaza Las Delicias y la Fuente de Los Leones de
la Ciudad Señorial, fue cierre de oro de la semana con la presencia de los
pastores Susana y Carlos Camacho, y la visita especial del obispo David
Barlock. ¡Gloria a Dios!
Lo grande es que la vivencia en la Casa de Dios, no comienza al llegar al
templo, debe comenzar antes, con la preparación interna y personal. Los
domingos, me voy preparando desde que despierto y me encamino. Voy en la ruta
escuchando la música de la cristiana que más admiro, la gran alma con dones,
belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre
artístico de Melina León.
Ese sábado 6 de agosto, recibió el obispo Barlock como bienvenida, la
bandera y el pasaporte de Ponce que nos recuerdan la plena “en Ponce te dan la
mano y te hacen sentir feliz”; y más, las expresiones de sumo respeto, afecto y
cariño que hermanan ante el Señor. Fue grande su mensaje de “Dios me tiene en
cuenta”; algo importantísimo para toda alma que enfrente dificultades y sienta
soledad.
Con base bíblica, como el relato del Señor que camina sobre las aguas y llega
en la tempestad (es en los momentos difíciles en que más estamos receptivos a
escuchar), y la historia de Agar que estando errante en el desierto logró el
auxilio de un pozo de agua, nos alentó a reconocer al Dios que ve y nos tiene
en cuenta.
Procede seguir adelante en esa base, porque de perseverar con amor, valor y
honor en todo lo que a uno le toca, se trata la vida. Gracias a los pastores
Carlos Camacho y Susana Cardona y al obispo David Barlock. Gracia a la
congregación con tanto brillo y mayor potencial. Gracias a las almas que hacen
la diferencia. Gracias a mis padres y a quienes han aportado en mi formación, y
al alma que tanto me inspira. Gracias a Dios. Dios ilumine a todos.
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