Al comenzar la Semana Santa hoy domingo 24 de marzo de 2013, SIGUE un Gran
Proyecto de Restauración para todo Puerto Rico. Veamos de qué se trata:
Desde el domingo 10 de marzo de 2013, está en marcha el gran proyecto de
restaurar “ladrillo por ladrillo”. Consiste en leer diariamente durante 40
días, partes del libro de Nehemías hasta completar la lectura completar de ese
libro de restauración. ¡Qué muchos niveles de restauración necesitan almas,
familias, instituciones y la patria!
La lectura diaria de una parte bíblica para analizarla y aplicarla, tiene
gran poder de restauración en que es desde lo individual que se impacta a lo
colectivo. Hoy domingo es el primer día de la semana y como día 15 del
proyecto, se lee Nehemías 4:19-20:
·
“Y
dije á los principales, y a los magistrados y al resto del pueblo: La obra es
grande y larga, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos los unos de los
otros. En el lugar donde oyereis la voz de la trompeta, reuníos allí á
nosotros: nuestro Dios peleará por nosotros”.
La unidad es vital para toda causa. La unidad hace buen hogar, ya un hogar
dividido no progresa. La unidad afirma mutuo apoyo y fortalecimiento en la fe y
más. La unidad supera toda palabra al tener basamento en la certeza de que Dios
está con nosotros.
Sin embargo, la sana y real unidad NO es que todos son, ven y piensan
igual. La sana y verdadera unidad crece en la tolerancia, se enriquece en la
diversidad y fructifica en lo salomónico. Procede recordar palabras del
licenciado Rafael Hernández Colón:
·
“Unidad, que no quiere decir unanimidad de opiniones.
Unidad, que no quiere decir que todos debemos sentir igual, pensar igual y actuar
igual. La diversidad de estilo, de pensamiento, y de opinión es una regla de la
naturaleza humana que las libertades democráticas protegen. Pero, más fuertes
que nuestras diferencias son nuestros lazos de hermandad puertorriqueña, más
profundos son los vínculos de la patria, y más firme es nuestro respeto por los
valores que promueven el diálogo fraternal”.
La unidad es esencial para que en la obra de restauración, todos participen
y no haya indiferencia o la búsqueda de excusas para no hacer o hacer menos.
Veo que en ese nivel de taller se da vida a la IGUALDAD HUMANA. El trabajo
con respeto y armonía, desde antes de llegar a la meta, hermana y supera mucho.
Veo en esa obra (reconociendo que la fe sin obras está muerta) de almas
unidas con sabiduría y sin perder la capacidad de discernimiento, el gran factor de la
HUMILDAD. Lo que hace al ser humano no son títulos o vanidad, sino su esencia,
dones y llamado. Lo que define al ser humano es lo que vive.
Humildad es asumir responsabilidades sincera y consagradamente, buscar
renovar los mensajes, enseñar a superar la pobreza (inspirados en que Jesús
dice en San Juan 10:10 que vino para que tengamos vida en abundancia) y emplear
los recursos materiales para servir y no para servirse. No dejemos de bendecir
a pastores, pastoras, sacerdotes, sacerdotisas, ministros y toda alma que
cumple a cabalidad y más.
Humildad es no atribuirse el nivel de divinidad que solo le toca al Señor. Jesucristo es el único Mediador y
Salvador, y se supone que quienes asumen roles ante congregaciones cristianas
(católicas y no-católicas) se enfoquen en El; el Señor que NO negociaba con
religiosos y gobernantes y procuraba servir bien y dar la sana doctrina,
combinando la paz que llena, y rigor al sacar mercaderes del templo.
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La
Humildad que agrada a Dios está en los buenos jefes que procuran el mejor
ambiente que produce desde lo digno, y no desde el truco y la explotación.
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La
Humildad que agrada a Dios está en los buenos trabajadores que hacen de su
tarea un buen testimonio a los demás y un acto de adoración al Creador.
·
La
Humildad que agrada a Dios está en el mejor brillo puro al activar todo lo
mejor del ser, como lo que reconozco en la gran alma con con dones, talentos, llamado único,
energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de
Melina León. ¡Cuántos deben abrir los ojos y desarrollar una nueva y
mejor conciencia ante la luz que exalta al corazón de mujer! La trayectoria de
Melina es más que admirable en todo lo genuino y edificante; ¡sea hoy y siempre
gran baluarte e inspiración! Como hombre, le doy las gracias y la gloria a Dios
cuando la mujer le da lecciones a los hombres. Como hombre de fe, reconozco que
grande es el Corazón de Mujer. Voy más allá: Dios emplea los
medios que El desea para responder y edificar, y en verdad Melina es uno de
esos medios selectos.
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La
Humildad que agrada a Dios está en el mejor brillo puro al activar todo lo
mejor del ser, como lo que reconozco en la alcaldesa de la Capital de la Isla del
Cordero, Carmen Yulín. Reconozco y admiro la trayectoria de perseverancia de
Yulín. Ella da cátedra de fe, espontaneidad y valores, de ser buena hija y
madre a tono con las mejores bases familiares, de ir con la razón y no con
manipulación. ¡Eso es dar ejemplo de hacer con AMOR por la familia DE VERDAD! Carmen
Yulín es Mujer Virtuosa; ¡merece el apoyo de sabios consejos y oraciones
sinceras para que su humildad sea siempre el factor de grandeza, y para que su
testimonio siempre dé buena luz! Que sea la vida una causa de amor. Porque
busco fundamentarme en el Señor y no en hombres, veo que Carmen Yulín
ejemplifica que Dios se creció al crear a la mujer. Como hombre,
le doy las gracias y la gloria a Dios cuando la mujer le da lecciones a los
hombres. Como hombre de fe, reconozco que grande es el Corazón de Mujer.
Voy más allá: Dios emplea los medios que El desea para responder y edificar, y en
verdad Yulín es uno de esos medios selectos.
·
La
Humildad que agrada a Dios aplica a todos y cada uno, en los escenarios
individuales, familiares, comunitarios y cotidianos, para que el tiempo vivido
tenga creciente valor, y no sea una pérdida de tiempo. Sigue en marcha un Gran
Proyecto de Restauración para todo Puerto Rico ¡Seamos restauradores!
En la lectura de Nehemías (para leer
y fructificar y no leer por leer), para mañana y los demás días, que cada alma
vaya descubriendo y redescubriendo…
Somos llamados a unir y restaurar,
con la certeza de que Dios está con nosotros, nos bendice y fortalece en la
causa justa y correcta. Ser “cristiano” no es religión, un género musical o una
marca comercial. Ser “cristiano” no es ser perfecto o inmune a lo que afecta al
mundo. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que infunde una naturaleza
revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer. Dios ilumine a
todos.
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