viernes, 15 de marzo de 2013

Buscar ser Humildes de Verdad…


Humildad no es un operativo de medios para saturar con fotos que proyecten algún nivel de cercanía con el pueblo y dar carácter extraordinario a lo meramente rutinario, que lamentablemente abonan a desviar la atención de temas sensitivos. Con todo respeto, el que el Papa Don Francisco dé pasos de normalidad, es propio de un ser humano igual a todos los demás, y es su deber superar expectativas.

                       

Humildad es asumir responsabilidades sincera y consagradamente, buscar renovar las predicaciones, enseñara superar la pobreza (inspirados en que Jesús dice en San Juan 10:10 que vino para que tengamos vida en abundancia) y emplear los recursos materiales para servir y no para servirse. No dejemos de bendecir a pastores, pastoras, sacerdotes, sacerdotisas, ministros y toda alma que cumple a cabalidad y más.

 

Humildad es no atribuirse el nivel de divinidad que solo le toca al Señor. Jesucristo es el único Mediador y Salvador, y se supone que quienes asumen roles ante congregaciones cristianas (católicas y no-católicas) se enfoquen en El; el Señor que NO negociaba con religiosos y gobernantes y procuraba servir bien y dar la sana doctrina, combinando la paz que llena, y rigor al sacar mercaderes del templo.

 

Buscar ser Humildes de Verdad es más que fotos, es recordar:

“Entonces Jesús mirándole, amóle, y díjole: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz”. –San Marcos 10:21

 

La anterior cita bíblica no significa que se tome al extremo literal, ya que se necesitan medios para una buena calidad de vida que sea constructiva y ejemplar. La anterior cita bíblica es llamado a la humildad y la prudencia, ya que con toda razón y justicia, se espera más, mucho más, de quienes optan por una sagrada vocación. 

 

Con toda sinceridad, siempre surge el argumento de que riquezas del Vaticano podrían financiar mucha obra social y es cierto, pero que no se pierda de perspectiva de que se necesita con igual o mayor urgencia, el dar sentido al mensaje de nueva conciencia que concentre todo el ser en Jesucristo y así, reverdecer al estilo luminoso de los primeros cristianos.

 

El aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador NO es sinónimo de renunciar a derechos dignos o a ser menos  (en la Biblia, Dios bendice a sus hijos). El optar por un rol mayor en el cristianismo, requiere asumir mayores responsabilidades y dar ejemplo. ¿Se está cumpliendo eso bien? Que cada cual responsa ante  Dios y la conciencia.

 

Buscar ser Humildes de Verdad no es un ritual para par de días al año, es un proyecto de vida para todos los días. Se confirma que somos llamados a enfocarnos en el Señor (que enseñó la justicia, la equidad y la Ley del Amor) y no en hombres. Adelante.

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