Hoy es el llamado “Jueves Santo” de la llamada “Semana Santa”. He colocado
esos términos entre comillas, ya que en Facebook he escrito lo siguiente:
• “Lo grande es que en la
medida que se busca una real vivencia cristiana, la medida de lo genuino de ese
desea hace de cada día de vida, un día santo. Sin embargo, no está de más
buscar unos niveles de profundidad la ‘Semana Santa’ que no se limiten a eso,
sino que sean punto de partida. Puede haber gran espacio para la obra del
Espíritu Santo, tanto en la congregación como en el paseo familiar, tanto en el
compartir como en el espacio de introspección en soledad”.
Hoy es buen día para recordar que el 4 de enero de 2011 fui afortunado y
parte de la historia al ver predicar al padre Willie en el Pabellón de la Fe de
la Iglesia Fuente de Agua Viva en Carolina.
El hecho de que un sacerdote católico pudiese dirigirse ante una obra de
origen pentecostal, confirma que no se trata de “muchas iglesias”, sino de
diversas congregaciones y una Iglesia fundada por Jesucristo. El ser cristiano
es más que una identificación o palabras, es lo que se vive, que enfatiza en lo
que une y edifica.
Les decido un saludo especial a la destacada hermana Noemí Muñoz y su
luminosa familia, con quienes fui a ese evento dado en enero del 2011. Fue
acertado el padre Willie en el tema del “propósito de la familia” y establecer
que propósito de Dios es que a través de testimonio de la vida de la persona,
se glorifique a Dios.
Somos llamados a unir y restaurar,
con la certeza de que Dios está con nosotros, nos bendice y fortalece en la
causa justa y correcta. Ser “cristiano” no es religión, un género musical o una
marca comercial. Ser “cristiano” no es ser perfecto o inmune a lo que afecta al
mundo. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que infunde una naturaleza
revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer. Adelante, a orar y a obrar lo que
nos define. Dios ilumine a todos.
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