El
5 de marzo de 2013 es noticia el fallecimiento del presidente venezolano Hugo
Rafael Chávez Frías, A todos nos aplica que es breve y frágil la vida. Nadie
está exento, y la muerte es un destino común de todos, por lo que es vital la sabia
prudencia y humilde conciencia. De hecho, se cita de Luis Muñoz Marín lo
siguiente:
·
“En la muerte, Dios Todopoderoso nos trata de enseñar
cómo debe ser la igualdad para todos; la muerte es igual para el débil que para
el poderoso, para el pobre que para el rico. Nuestro ideal es que se aprenda
esa lección, que se trabaje por ir estableciendo la igualdad entre los hombres
en la vida”.
Nunca
tuve la oportunidad de dialogar con Chávez. Al igual que muchos, lo que veía de
Chávez era mediante reportajes; aparte de las opiniones de seguidores y
opositores de él en la Isla, que hablaban y argumentaban como si cada lado sin
vivir en Venezuela, tuviese tanto o más conocimiento que el pueblo de esa
nación.
Algo
en que se puede coincidir es que Chávez generaba las más intensas pasiones de seguidores
y opositores. Me proyecta que para él no había puntos medios.
Al
recordar a Chávez, se pueden expresar puntos de divergencia y convergencia,
pero logró una proyección internacional y un apoyo electoral respetable. Nunca
vi bien su apoyo a la independencia de Puerto Rico (hay que respetar la
voluntad y camino de los pueblos) y otras posturas, pero: ¿Qué es lo peor que
se pudo decir de Chávez?
¿Cómo
criticar el sistema electoral de Venezuela, si todavía el sistema electoral de
Puerto Rico no ha logrado superar los elementos de fraude? ¿Cómo criticar a
Chávez por atender a los sectores desventajados, si en Puerto Rico la gran
lucha de Muñoz Marín fue por la justicia social, Luis A. Ferré decía que los
humildes son primero, y lamentablemente todavía ocurren demasiadas
desigualdades? ¿Cómo criticar lo que se dice de falta de democracia en
Venezuela, si en nuestro Puerto Rico el déficit democrático ahonda brechas y
genera pesimismo, resignación, odios y rebeldía?
Nunca
me identifiqué como seguidor de Chávez, pero ciertamente hay mucho taller de
mejoras en la Isla para entonces poder mirar más allá de nuestras costas con
autoridad y buen ojo crítico.
Ante
la muerte, procede la prudencia y la altura, ya que ése es el destino seguro de
todos. De señalarse que Chávez cosechó por sus “errores” (por errores como el
haber maldecido con palabras de “desde el fondo de mi alma y de mis vísceras”
en vez de un mejor idioma), es propio no alegarse, recordar que en la historia
se han cometido injusticia y delitos con falso manto, entender que la Ley de
Siembra y Cosecha aplica a todos por igual y así, concienciar sanamente porque
si Pablo pudo tener su Damasco y predicar al mundo, entonces toda alma tiene
derecho a la Redención si la busca.
Si
se acepta que Dios pone y quita reyes, ¿entonces Dios puso y quitó a Chávez?
Pienso que en buena medida, ese principio es más simbólico que literal; que
exhorta al respeto, a apoyar buenas causas y a no evadir responsabilidades. Me
explico:
Del
mismo modo que en Puerto Rico y Estados Unidos hay votos democráticos en
eventos electorales que castigan incumplimientos y avalan nuevas esperanzas y
alianzas, en Venezuela el voto que le daba victorias a Chávez era una
validación a una ruta de democracia con el pueblo y por el pueblo (en que unos
méritos y principios brillaron más que las fallas que hay que mejorar).
Ante
la muerte, que se abran ojos e iluminen conciencias, para que no se aprovechen
los que no sirven bien, y para que los grandes méritos y buenos principios
sigan para generaciones. Dios dé paz a familiares de Chávez y a todos los que
le dedicaron oraciones, apoyos, consejos, y hasta a los que se le opusieron con
buen corazón.
Fallece Hugo
Rafael Chávez Frías: termina el hombre, comienza la leyenda. Que los buenos
deseos hacia su alma, sean materia prima para fomentar la mejor igualdad
humana. Dios ilumine al pueblo venezolano en la gran prueba. Dios ilumine a
todos.
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