sábado, 9 de marzo de 2013

El día después… que no terminen las buenas palabras.


El día después… No se ven muchas órdenes de flores y regalos, cesan los mensajes y se busca regresar a una rutina como si hubiese pasado “otro Día de la Mujer”.

 

Eso NO está bien y por eso, hoy 9 de marzo, el día después del Día de la Mujer, retomo el tema, ya que honrar a la mujer debe ser todos los días.

 

Hoy es buen día para romper moldes, al transmitir en toda forma posible, que las buenas palabras dedicadas a la mujer no se olvidan y pasa a ser un compromiso de vida. Eso da fuerza al abrazo, intensidad al beso y hasta la oración a distancia adquiere un nuevo poder para lograr cambiar eso que establece tal distancia. El día después… que sea Gran Comienzo.

 

REITERO que es más que justo dedicar un tiempo especial en el año para afirmar el amor, valor y respeto que se debe dedicar a la mujer, y los grandes llamados del Creador a la mujer. El día después… que no terminen las buenas palabras. ¡Demos GRACIAS a Dios por la mujer! ¡Somos llamados a reconocer a la mujer EN GRANDE, cada día y todos los días!

                                

En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra. Para mí, reconocer a la mujer debe inspirar en su esencia a todos los días; es:

                                                                             

·         Reconocer la presencia de mi madre como milagro de vida. ¡Cuántos necesitan reconocer los testimonios del Lázaro del siglo 21 para redescubrir a un Dios real, vivo y con poder! ¡Cuántas más oraciones de bendición se deben seguir dando para seguir creciendo en todo lo inherente a un milagro así!

 

·         Reconocer la trayectoria y luchas de mi hermana. ¡Cuántas mujeres necesitan crecer en la conciencias de todo lo que pueden hacer! ¡Cuántas más oraciones de petición se deben seguir dando para que la sabiduría sea la mejor base!

 

·         Reconocer a Carmen Yulín como genuina líder que con una trayectoria única y las causas que dignifican se ha ganado el respeto y la admiración de todos. Reconocer al alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León. ¡Cuántos deben abrir los ojos y desarrollar una nueva y mejor conciencia ante la luz que exalta al Corazón de Mujer! ¡Cuántas más oraciones de intercesión se deben seguir dando para que Yulín y Melina sean hoy y siempre grandes baluartes en consagrada plenitud de vida, sabiduría integral y testimonio potenciador!

 

Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las palabras, que se encarna en la mujer. Es tener acción de gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las madres que han partido de este mundo. Es dar motivos de regocijo para dar vida a la vida.

 

Reconocer a las mujeres, es tener comprensión, tanto hacia las que se multiplican en amor y entrega (que pueden hacer tanto a la vez y es como si nunca se enfermaran o debilitaran), como hacia quien vive su Damasco. Es trascender como águilas para DAR VIDA  A LA VIDA.

 

Reconocer a las mujeres, es ser solidarios con las pastoras, amas de casa, obreras, luchadoras y toda mujer que abre caminos. Es buscar honrar a tantas mujeres humildes que perseveran. Es dar justo tributo a las madres que enaltecen los roles tradicionales, las madres que se levantan ante desafíos de enfermedad y adversidad en el hogar, y las madres solteras que tanto forjan en la aparente soledad.

 

Hay poder en reconocer a las Wonder Woman reales porque grandes son las promesas bíblicas para hijos, esposos y hombres conscientes que respetan y atesoran a las madres y las mujeres, así como para los que cuidan a las viudas. Es cuestión de vivir con fe, visión, amor, valor y honor, a la altura de lo que Dios espera de uno.

 

Porque busco fundamentarme en el Señor y no en hombres, veo que Melina León y Carmen Yulín, mi madre y mi hermana, ejemplifican que Dios usa los medios que Él desea para responder y edificar. Que cada cual dedique una oración especial a las mujeres que le inspiran todo lo mejor. ¡EN VERDAD DIOS SE CRECIÓ AL CREAR A LA MUJER! Al celebrar la Semana de la Mujer y el Día de la Mujer, que haya armonía y consagración en hombres y mujeres para que sea la vida una causa de AMOR.

 

Sea el reconocer y destacar a la mujer, gran momento para orar y perseverar con mayor sentido; para afirmar el amor y el agradecimiento verdaderos, y la visión de almas de pacto con la voluntad de cumplir promesas a Dios para armonizar deseos genuinos con el ser luz a los demás. Sean bendecidas todas las mujeres y las madres en la Isla del Cordero. El día después… que no terminen las buenas palabras. ¡Somos llamados a reconocer a la mujer EN GRANDE! Dios ilumine a todos...

 
--Gerardo L. Berríos Martínez                    



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