La edición de marzo de 2013 de la revista “Caras” dice en portada: “Tacones
al poder, cita con cinco mujeres extraordinarias”. He escrito que Dios se creció
al creara la mujer y ciertamente eso es unan gran realidad en Puerto Rico. Eso
me consta desde las dos primeras grandes mujeres que conozco en mi vida: mi
madre y mi hermana.
Al revisar la revista, hay un interesante reportaje sobre un documental
dedicado a la vida y el legado de doña Inés María Mendoza de Muñoz Marín. Doña
Inés enfocaba mucho en la justicia como el mayor atributo de la democracia y
ciertamente, su pensamiento sigue vivo por el valor con se identificaba de
verdad con el pueblo.
Hay también una entrevista a la alcaldesa de la Capital de la Isla del
Cordero, Carmen Yulín, quien con firmeza de carácter armoniza con esa perspectiva
democratizadora de alcance humanitario. Establece Yulín: “Se trata de que
gobernemos en alianza y sabiendo que no hay un grupo que tenga la verdad”.
Amén. La verdad es de Dios y Jesús enseña la humildad, el esmero en la
excelencia y el amor que sirve bien.
Las propuestas de Carmen Yulín
abonan para vivificar el sentido cristiano de inclusión, equidad y mutuo
respeto. En ese tono se logra más para dar luz a las conciencias. Carmen Yulín es Mujer Virtuosa; ¡merece el apoyo de
sabios consejos y oraciones sinceras para que su humildad sea siempre el factor
de grandeza, y para que su testimonio siempre dé buena luz! Que sea la vida una
causa de amor.
Como hombre, le doy las gracias
y la gloria a Dios cuando la mujer le da lecciones a los hombres. Como hombre
de fe, reconozco que grande es el Corazón de Mujer. Voy más allá:
Dios emplea los medios que El desea para responder y edificar, y en verdad Yulín
es uno de esos medios selectos. En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más
inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer
un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista
de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a
la Tierra.
Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las palabras,
que se encarna en la mujer. Es tener acción de gracias, comprensión tanto a
quienes se crecen como a quienes enfrentan pruebas y buscan superar mucho, y al
mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las madres que han
partido de este mundo. Es dar motivos de entendimiento trascendente para dar
vida a la vida. Que cada cual dedique una oración especial a las mujeres que le
inspiran todo lo mejor.
·
“…el más alto atributo de la democracia es la justicia.
No lo olviden. No lo olviden porque la justicia es para
el rico y el pobre, para el privilegiado y el adversario, la justicia en la
democracia es para todos, ¡para todos! Y si le falta ese atributo a la
democracia, no existe la democracia”. --Doña Inés María Mendoza Vda. de Muñoz
Marín
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